Los cigarrillos que se comercialicen a partir del 17 de noviembre
deberán incluir un sistema para que se apaguen solos en caso de que se
dejen abandonados. La norma busca reducir en un 40% el número de muertes
por incendios ocasionados por cigarrillos sin apagar, según datos de la
Comisión.
Para respetar la nueva normativa, los cigarrillos deberán incluir en
el papel que envuelve el tabaco dos tramos con un mayor grosor. Estos
tramos deberían frenar la combustión del cigarrillo hasta ahogarlo,
evitando que siga encendido hasta el final en caso de abandono. El
sistema, llamado RIP por sus siglas en inglés, ya es obligatorio en países como Estados Unidos, Canadá o Australia.
Según
la Comisión, los incendios relacionados con cigarrillos sin apagar
suman 30.000 al año, con un balance de 1.000 muertos y 4.000 heridos. En
Finlandia se introdujeron los cigarrillos hace dos años y este tipo de
accidentes mortales se redujo en un 43%. Por ello, la Unión Europea
espera salvar unas 500 vidas al año con la nueva norma, una parte de la
Directiva General de Seguridad en los Productos.
Sim Kallas, el
Comisario de Salud y Consumo, dijo que "no hay un cigarrillo seguro y,
obviamente, lo más seguro es no fumar. Pero si la gente elige fumar, los
nuevos requisitos protegerán a cientos de ciudadanos del peligro de
este tipo de incendios". A su vez, el Comisario aprovechó para recordar
que el consumo de tabaco es el mayor riesgo evitable para la salud, ya
que causa la muerte de medio millón de personas al año en la Unión
Europea.
Desde la industria, la tabacalera Phillip Morris afirma
que los cigarrillos que comercializa en España incorporan el sistema des
de junio de este año y que se trata de un cambio imperceptible sobre el
producto. (FUENTE: EL PAÍS.com).
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