jueves, 25 de abril de 2013

La condena a remar en galeras, un mal menor.

Asesinatos, pequeños hurtos, o incluso inquietar a una mujer casada. Son cientos los delitos que podían hacer que una persona con una vida normal acabara remando durante años en los buques españoles como castigo. Sin embargo, y a pesar de su variedad, la mayoría de estas penas han visto la luz gracias a que han quedado recogidas en los 25 «Libros de Galeras» que el Museo Naval de Madrid guarda y restaura desde hace varios meses.
«En estos libros era donde se registraban la dotación y el personal de una galera, que iba desde los oficiales hasta los esclavos», afirma en declaraciones exclusivas para ABC Carmen Terés Navarro, directora técnica de los archivos de la Armada, mientras posa su mirada sobre la cubierta de uno de los tomos.
Las viejas hojas de papel que muestra la experta abren un mundo desconocido de biografías de la época. «En estos libros quedaban registrados los nombres tanto de la “gente de mar” –la tripulación-, como de la “gente de guerra” -la guarnición militar del buque-. Por otro lado, también se apuntaba a la “gente de remo”, que estaba formada a su vez por los “forzados” –presos sentenciados a penas de galeras por un tribunal-, y los “esclavos”, que nunca serían liberados», añade Terés.

Ficha de prisioneros

No obstante, de los 25 libros que tiene en su posesión el Museo Naval, 18 guardan exclusivamente datos de los presos forzados, a los que más atención se prestaba. Y es que, mientras que de los soldados sólo se apuntaban datos como el destino o el rango, de los prisioneros era necesario hacer una carta de presentación con todos sus datos para así poder reconocerles durante la condena.
«Lo que se apuntaba en estos libros era como una especie de D.N.I. Cómo no había forma de determinar quién era cada uno, pues no disponían de fotografías, se escribía en los libros de galeras su lugar de procedencia, de donde eran sus padres, el delito que había cometido, y sus rasgos físicos más reconocibles. Además, al margen se ponía la condena que tenían, los años que debía permanecer en galeras y, al final, si era liberado», determina la experta.
El trabajo de los escribanos de la galera era muy concienzudo, como muestra el extracto de uno de los tomos. Así, en el centro de la hoja se puede leer: «Sebastián Martin, natural de Antequera, algunas señales de heridas en la cabeza, ojos hundidos, sumido de carrillos, de 36 años. Fue condenado por el licenciado Don Alonso Velázquez Maldonado, alcalde mayor de la ciudad de Jerez, en seis años de galeras al remo y sin sueldo, y no los quebrante pena de cumplirlos doblados, por andar inquietando a una mujer casada haciéndole muchas molestias y haberla arrojado una noche por la ventana y haberse resistido a la justicia… Fue recibido en nueve de marzo de mil y seiscientos y sesenta y un años».
«Los libros que tenemos abarcan del año 1624 hasta 1748. Realmente este tipo de registros ya se usaban antes, pero sólo han quedado estos en España, los cuales vienen del archivo de Cartagena», determina Terés. Estas joyas de la Historia, según explica, pertenecen a la Escuadra de Galeras de España, una de las existentes en el imperio ibérico. «En la época de Carlos V se reestructuraron las escuadras de galeras en 4: una con base en España, otra en Nápoles, Sicilia y Génova», afirma la experta.

El mal menor

Sin embargo, y en contra de lo que puede dar a entender la gran pantalla, la condena a remos en galeras solía ser una alternativa que se daba al preso. «Era una pena durísima, pero como conmutaba una pena de muerte o una pena corporal -es decir, la amputación de algún miembro por haber cometido un delito-, era el mal menor», explica la directora técnica de los archivos de la Armada.
Y es que, aunque las galeras eran consideradas como la principal arma naval del Mediterráneo, también hacían las veces de pequeñas cárceles a las que la justicia enviaba a cientos de prisioneros a cumplir condena. De esta forma, se lograba una doble función: limpiar las superpobladas prisiones y conseguir mano de obra gratuita que propulsara este tipo de buque, accionado casi exclusivamente a remo.
A pesar de todo, la pena no era ni mucho menos apetecible, pues, al gran esfuerzo físico, se le unían las malas condiciones higiénicas de la galera. «Estaban encadenados a los remos, con lo cual hacían toda su vida en el banco, desde dormir hasta hacer sus necesidades y comer. Siempre se ha dicho que se sabía que venía una galera por el hedor que desprendía. De hecho, los soldados de la galera solían llevar pañuelos mojados en perfumes en la cara para poder soportar el olor», añade Terés.
A su vez, tampoco era mucho mejor la comida de los prisioneros y esclavos. Concretamente, la «delicatessen» de la que disfrutaban todos los cautivos y forzados era el llamado «bizcocho»: un pan medio fermentado al que era de obligación agregar agua para que fuera comestible. Una vez al día, además, recibían una ración de legumbres cocidas en un poco de aceite.
Además de todos estos pesares, los remeros tenían un alto riesgo de fallecer en combate. «Al ir encadenados, si el barco se iba a pique, se hundía con los remeros. Nadie solía acudir a salvarles», explica la experta. Tampoco mejoraban las cosas para los forzados si la guarnición del buque era derrotada en combate, pues usualmente eran hechos esclavos por el enemigo. (FUENTE: ABC).

miércoles, 24 de abril de 2013

Soltar una ruidosa ventosidad ante la pareja es violencia de género psicológica.


El Juzgado de Violencia de Género Nº 1 de Valencia condenó hace unos meses a treinta días de multa a un hombre que, en una discusión con su pareja, soltó una "ruidosa ventosidad" lo que según el Juez "constituye una actitud de menosprecio que lesionó la dignidad de la denunciante, además de menoscabar su autoestima y honor" . Se trata de una violencia de género psicológica ya que no hay maltrato físico ni verbal.

lunes, 22 de abril de 2013

Familia de la niña que se suicidó denuncia a cuatro compañeras por acoso escolar (bullying).



La familia de la niña de 14 años que se suicidó el pasado jueves en los acantilados de La Providencia, en Gijón, ha presentado una denuncia ante el juzgado y ante la Fiscalía contra cuatro de sus compañeras de colegio. Les acusa de haber inducido al suicidio a la menor, así como de haberle acosado psicológica y físicamente durante meses. Como prueba, aportan varias conversaciones que mantuvo la víctima con sus agresoras en las redes sociales y los testimonios de compañeros que presenciaron esos maltratos que padeció la adolescente.

Los padres de la niña afirman que el colegio sabía lo que sucedía y que no tomó medidas, por lo que también han presentado una denuncia contra el centro de enseñanza. Al parecer, meses antes de ocurrir la tragedia, la familia recibió la llamada de la madre de otra alumna en la que les preguntaba por los cortes que se había hecho en los brazos. La madre de la víctima acudió al colegio y tuvo varias entrevistas con la tutora y la psicóloga del centro para comunicarles que la niña sufría algún problema. Se enteró, además, de que estaba faltando a clase. Semanas después supo de otro incidente en el que la menor se había encerrado en el baño porque querían pegarle unas compañeras. La madre informó a la Dirección de que su hija padecía insultos y amenazas de sus compañeros a diario, pero el centro restó importancia a estos episodios, según el relato de la familia.

Tras el suicidio, los padres de la pequeña recibieron las llamadas de compañeros de clase que le confirmaron que la menor había soportado agresiones y vejaciones por parte de varias compañeras. Comprobaron en las redes sociales en las que participaba la niña que algunas de sus agresoras reconocían abiertamente que le habían pegado en numerosas ocasiones. Decidieron acudir a los juzgados.

En la denuncia también se detalla que han desaparecido el móvil, el iPod y la cámara de fotos de la adolescente y se pide a la Policía que los busque, porque pueden ser determinantes para esclarecer lo sucedido. La Fiscalía de Menores ha abierto una investigación y tomará declaración a las acusadas en los próximos días. Sin embargo, por su edad, las pequeñas no pueden ser imputadas. Al parecer, la familia de la víctima sufría problemas de exclusión social. (FUENTE. EL CORREO).

domingo, 21 de abril de 2013

Grupos supuestamente anarquistas envían "consoladores explosivos".

La Policía busca a los autores del envío en los últimos meses, por parte de grupos supuestamente anarquistas, de paquetes con detonantes a personas vinculadas con la Iglesia, entre ellos dos «consoladores» cargados de explosivos. Uno iba dirigido al arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, y el segundo estaba destinado al director de un colegio privado de Madrid, artefacto que en esta ocasión estalló en unas oficinas de Correos.

Los servicios de información de la Policía están investigando la autoría de los hechos, que fueron reivindicados en Internet en marzo pasado por dos colectivos autodenominados el Club de Artesanos del Café para sus nuevos usos, FAI/FRI, y el Grupo Anticlerical para el Fomento del Uso del Juguete Sexual. El comunicado de los anarquistas confirmó los envíos destinados al «obispo de Pamplona», en enero, y «al director de un colegio elitista de los Legionarios de Cristo», dos meses después, y pidió disculpas «por las molestias» a una funcionaria que, se aseguraba en el texto, resultó herida al manipular el segundo paquete. No obstante, la Policía ha negado ese extremo.

Las autoridades creen que se trata de dos grupúsculos de no más de cinco individuos pertenecientes al denominado 'comando Mateo Morral', una banda que también se atribuyó la colocación de un artefacto en la catedral de La Almudena en febrero pasado. No llegó a explotar, pero obligó a desalojar el templo. La bomba fue descubierta por el canónigo junto a uno de los confesionarios, dentro de una bolsa de basura que al principio pensó que alguien había dejado olvidada. Sin embargo, al cogerla se extrañó de su peso y, cuando la abrió, descubrió que contenía más de un kilo de pólvora, un kilo de tornillos para hacer de metralla, una bombona de camping gas, un temporizador y un detonador. Los Tédax comprobaron que estaba preparada para estallar. «No era de broma», avisaron.

«Un paquete raro» 
 
Un mes después, los Tédax tuvieron que explosionar una olla depositada junto a la Fiscalía de Madrid. Igualmente, en el comunicado, los grupos anarquistas aseguran que el pasado 20 de diciembre también atacaron una sucursal bancaria, en esta ocasión con una cafetera rellena de pólvora y de tornillos, aunque no aclararon en qué sitio. En principio, la Policía piensa que los responsables de estos hechos carecen de estructura consolidada y organizada, por lo que en este momento puede tratarse de pequeñas 'células' con diferentes objetivos.

Respecto al explosivo de Pamplona, el Arzobispado admitió, en declaraciones a Efe, haber recibido a comienzos de este año un «paquete raro» que contenía unos polvos. No obstante, como despertó sospechas, se alertó a la Policía, que se lo llevó. «No se le concedió importancia, pero luego se ha dicho que era una bomba», declararon fuentes eclesiásticas, que añadieron que no tienen noticias de la investigación.

A diferencia de lo ocurrido en Pamplona, el «consolador» destinado al director del colegio privado de Madrid -el 'Highlands', un centro católico situado en el barrio de La Moraleja- no llegó hasta allí. La carta que lo contenía estalló el 3 de marzo en unas dependencias de Correos del distrito madrileño de Vallecas. (FUENTE: EL CORREO).

jueves, 11 de abril de 2013

Entrevista realizada en "Barakaldo Digital".

La autenticidad o falsedad de los llamados ‘papeles de Bárcenas’, que ha ocupado decenas de portadas de los periódicos españoles en los últimos tiempos, ha traído a la actualidad a unos profesionales de los que habitualmente sólo se oye hablar en el cine o la televisión: los grafólogos. Uno de ellos es el barakaldés y perito calígrafo judicial Juan Carmelo Monge. Diplomado en Grafística, Documentoscopia y Sociolingüística Forense por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), mantiene un blog de noticias sobre criminalística, con apartados sobre adopciones ilegales, bandas organizadas, blanqueo de capitales, ejecuciones, fraudes, secuestros o violencia de género, entre otras. Miembro de la Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España, este experto alerta de que el abandono de la caligrafía afecta al cerebro porque no se ejercita la parte del mismo relacionada con la escritura.
Pregunta. ¿Qué respondía de niño cuándo le preguntaban qué quería ser de mayor?
Respuesta. La verdad es que no me acuerdo, pero seguro que no era lo de “mamá quiero ser perito calígrafo”.
P. ¿Por qué decidió dedicarse a unas disciplinas que en general se asocian más a las películas de detectives que a la vida real?
R. Respecto a la grafología, porque hace años descubrí que mi escritura cambió radicalmente durante el tiempo que sufrí una situación anímica difícil, volviendo a su forma habitual cuando dicha situación cesó. En cuanto a la pericia caligráfica, lo que me movió fue la labor de investigación que exige el descubrir al autor de un escrito o firma.
P. ¿Qué opinó su círculo de familiares y amigos de Barakaldo cuando dijo que iba a ser perito calígrafo?
R. Diría que causó extrañeza por el desconocimiento que existe sobre estas disciplinas.
P. Estudió en la Universidad de Barcelona. ¿No existía su especialidad en la Universidad del País Vasco?
R. La Universidad del País Vasco no contempla estudios oficiales de este tipo, así que decidí llevarlos a cabo en los másteres que dirigen Viñals y Puente de la Universidad Autónoma de Barcelona, que tiene delegación en Bilbao.
P. ¿Cuál es la diferencia entre la grafología y la grafística?
R. La grafología es el estudio de los grafos, es decir de los signos utilizados al escribir y, a través de ella, se detectan las características psicológicas del individuo (emotividad, sociabilidad, inteligencia o liderazgo, entre otras), de ahí que también se denomine grafopsicología. La grafística es una técnica que se centra en el estudio e identificación de la escritura pero solo con el fin de descubrir a su autor, sin entrar en los detalles psicológicos.
P. ¿En qué se diferencia entonces un perito caligráfico de un grafólogo?
R. Un perito calígrafo es un profesional de la grafística, por lo que se limita a descubrir al autor de un escrito, mientras que la labor de un grafólogo (o grafopsicólogo, según la nueva terminología) es detectar sus características psicológicas.
P. ¿Y la documentoscopia?
R. Es la búsqueda de manipulaciones realizadas en los documentos estudiados, la identificación de documentos mecanografiados conociendo cómo seleccionar la máquina de escribir o detectar la correspondencia de escritos efectuados por una misma máquina, las alteraciones identificativas de una impresora, fotocopiadora o fax.
P. ¿La sociolingüística forense?
R. Trata de identificar al autor de un anónimo escrito a máquina u ordenador, a través del análisis de las expresiones personales, composiciones gramaticales, errores ortográficos, muletillas y otros.
P. ¿Usted se dedica a todas estas disciplinas?
R. Sí. Además puedo realizar estudios grafopsicológicos aplicados a la selección de personal, con el fin de ver la idoneidad del perfil psicológico del candidato a las funciones del puesto laboral al que opta y organizo cursos de formación para directivos de empresas en el área de Recursos Humanos.
P. Una de sus actividades laborales consiste en autentificar documentos, incluso en árabe. ¿Cuántos idiomas conoce?
R. Inglés y árabe, aunque debo decir que para ejercer como perito calígrafo no es estrictamente necesario traducir los escritos sino conocer las grafías de los mismos.
P. ¿Cómo regula la ley española la actividad de los peritos calígrafos?
R. A través de las leyes de Enjuiciamiento Civil y Criminal.

P. ¿Qué son documentos ‘indubitados’ y ‘dubitados’?
R. Documentos ‘indubitados’ son aquellos sobre los que no existe duda sobre su autoría; por contra sobre los ‘dubitados’ sí hay duda de quién es el autor. Básicamente el trabajo de un perito calígrafo es comparar ambos para determinar si están escritos por la misma persona.
P. ¿Se ha formado alguna opinión sobre la autoría de los papeles de Bárcenas?
R. Aunque ya se ha propagado información a partir de estudios realizados por algunos peritos, para formarme una opinión profesional debo ver los originales de los documentos y el ‘cuerpo de escritura’ realizado por Bárcenas en el juzgado.
P. ¿Qué ocurre cuándo como en este caso, la persona cuya letra se analiza la falsea?
R. Es misión del perito anticiparse a esta posibilidad y dirigir el ‘cuerpo de escritura’ de forma que se eviten triquiñuelas. Como ya sabrá, se ha solicitado que Bárcenas realice un nuevo ‘cuerpo de escritura’.
P. Ante el juez, ¿prevalece la opinión del grafólogo o la negativa del supuesto autor del texto?
R. El informe emitido por el perito calígrafo es una prueba más de las que dispone el juez donde apoyar su sentencia. El perito es un auxiliar del juez pero el informe pericial, sea cual fuere la especialidad, no tiene carácter vinculante.

P. Siendo cómo son los papeles del extesorero del PP fotocopias, ¿es posible determinar en ellos la autoría?
R. Cuando no se dispone del original se puede realizar el estudio pericial sobre copia de los documentos, siempre que sea de buena calidad y que permita observar con claridad los trazos. Hay rasgos como la presión que no se pueden analizar, pero no siempre es un factor esencial para llegar a un dictamen. El perito, siempre que el material gráfico sea suficiente y adecuado, puede dictaminar sobre la autenticidad de los grafismos en sí mismos pero no del documento en cuestión, que ha podido ser alterado y tratarse de una falsa composición. Esta es la razón de la exigencia del documento original o de una fotocopia autentificada.
P. Su blog es una recopilación de noticias sobre criminalística. ¿Se ha convertido su trabajo en su afición?
R. Llevado también por mi faceta como formador, mi blog pretende ser divulgativo y en la medida de lo posible también pedagógico, ya que hay mucho desconocimiento sobre estas ciencias. Pensemos que detrás de un delito no solo hay un delincuente sino también la víctima o víctimas del mismo, y aunque algunos casos los veamos como lejanos algún día nos pueden tocar de cerca.
P. Después de recopilar tantos casos delictivos, ¿todavía queda algo en el mundo de la criminalística que pueda sorprenderle?
R. La mente humana es capaz de lo mejor y de lo peor así que siempre hay casos en los que uno se sorprende para mal, pero haré referencia al caso en Brasil de tres personas acusadas de asesinar al menos a tres mujeres y de consumir parte de la carne de sus víctimas; con el resto fabricaron empanadas que vendieron a sus vecinos. Como se ve, lo de incluir carne de caballo se puede superar.
P. Adopciones ilegales, blanqueo de capitales, estafas y anónimos. ¿En qué casos resulta más útil su especialidad?
R. En cualquiera donde sea necesario cotejar escrituras o firmas plasmadas en diferentes documentos. Las series televisivas invitan a pensar sólo en los casos de asesinatos, pero por ejemplo yo he visto firmas falsificadas en actas de juntas de empresas, contratos de trabajo, cheques y recibos de tiendas pagados con tarjeta. También es habitual dejar notas manuscritas en los casos de suicidio, en las que se puede comprobar si se trata de un asesinato encubierto.
P. ¿Qué opina de que la escritura digital esté sustituyendo a la escritura manual?
R. Para un adulto escribir a mano supone ejercitar la parte del cerebro responsable de esta habilidad humana llamada escritura, por lo que no emplearla asiduamente fomentará los olvidos en la etapa de la vejez. Además la escritura manuscrita exige coordinación y habilidad, ya que las grafías deben realizarse conforme al patrón aprendido para dotarlas de legibilidad, empleando en ello el menor tiempo posible. Se podrá decir que para escribir con aparatos electrónicos también son necesarias coordinación y habilidad, pero cuando se escribe a mano se emplea una fórmula más personal a través de la que transmitimos mejor nuestros sentimientos.
P. En Estados Unidos se están planteando eliminar las clases de caligrafía en los colegios al considerarlas una pérdida de tiempo ya que la escritura manual va camino de desaparecer.
R. Para los niños, eliminar las clases de caligrafía supone perder una vía para expresar sus sentimientos más íntimos y personales, así como la infrautilización de su cerebro al no ejercitar la parte del mismo relacionada con la escritura.
P. ¿Se plantea escribir algún libro sobre su experiencia profesional?
R. De momento no, pero es algo que no descarto.

miércoles, 10 de abril de 2013

Contrata una grúa para robar una furgoneta estacionada.


Para que luego digan que los ladrones no piensan a la hora de perpetrar sus robos. El domingo, un joven de 35 años fue detenido tras intentar sustraer una furgoneta estacionada en Galdakao. Pero lo curioso del hecho es que, para hacerse con el vehículo, no se le ocurrió otra cosa que alquilar una grúa para trasladarla. 
El suceso se registró a las 14.30 horas del pasado domingo cerca de un taller mecánico en Galdakao. Concretamente, fue el responsable del taller quien avisó a la Ertzaintza de que una grúa había cargado una furgoneta pendiente de reparación y había abandonado el lugar. Según el denunciante, el vehículo se encontraba estacionado en las inmediaciones de su establecimiento para ser reparado.
Una patrulla se trasladó al lugar y procedió a la identificación de los dos ocupantes de la grúa, el operario y un cliente que había contratado sus servicios, al parecer, para recoger un vehículo que acababa de comprar. Finalmente, los agentes comprobaron que el vehículo no había sido vendido y que, al parecer, el cliente lo necesitaba para que un amigo suyo, abandonado en la calle, pudiera pernoctar en la furgoneta. Por ello, procedieron a su arresto acusado de un delito de sustracción de vehículo. El detenido fue trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias. Posteriormente, fue citado para comparecer ante la autoridad judicial en las próximas horas. (FUENTE: DEIA).

lunes, 8 de abril de 2013

01.08.1980: Asesinato de los Marqueses de Urquijo.

 
«Más de una vez me he preguntado cómo una mujer con tanta personalidad como yo pudo caer rendida ante un chico como Rafi Escobedo. Quizá la respuesta se halle en que me encanta ser mamá de todo el mundo. Rafi era como un niño: atractivo, encantador, simpático... De modo que con Rafi adopté ese mismo papel de salvadora. Yo pretendía transformarle, pero se trataba de una tarea imposible». Myriam de la Sierra Urquijo (Madrid, 1956), la hija de los marqueses asesinados en sus camas el 1 de agosto de 1980 por su exmarido Rafi Escobedo «solo o en compañía de otros», rememora aquellos días, 33 años después del doble crimen, en unas memorias que ha titulado '¿Por qué me pasó a mí?'
Como una espada movida en el aire, la frase «solo o en compañía de otros» ha perseguido a Myriam todo este tiempo. «Durante el interrogatorio no solo contó como él y sus cómplices habían asesinado a mis padres, sino que dio detalles que ni siquiera la Policía había comprobado. No sé si fue él quien disparó, pero no había ninguna duda de que él estuvo allí. Nunca dijo quién le acompañó, pero estaba claro que no había ido solo. Viví aquello como una pesadilla. Recuerdo un dolor enorme. Estuve tres días sin parar de temblar», relata Myriam. «Cuando confesó siempre hablaba en plural».
Esa evidencia de que Rafi no actuó en solitario ha movido al periodista Mariano Sánchez Soler, experto en un suceso que cubrió desde el primer día, a fabular sobre el crimen. En 'El asesinato de los marqueses de Urbina' mezcla la cruda realidad del sumario, las investigaciones policiales y las acusaciones del fiscal José Antonio Zarzalejos, con elementos de pura ficción.
La mezcla de verdad y fantasía es tan inquietante y peligrosa que Sánchez Soler se ha visto obligado a cambiar los nombres de los protagonistas principales, aunque desde la primera página cualquier lector los identifica con meridiana claridad. El hilo conductor es Fierro, un asesino profesional que, por encargo de un banquero corrupto, engatusa a Dani Espinosa (Rafi Escobedo). Ambos comparten juergas, pases de cocaína y relaciones homosexuales. Dani finalmente aprieta el gatillo de una Astra del calibre 22 y termina con la vida de sus exsuegros, 'los pobres de Somosaguas', como eran conocidos los marqueses por su tacañería.
Como haría cualquier investigador sensato, Sánchez Soler se pregunta a quién pudo beneficiar el homicidio. La respuesta, asegura, es evidente. «A la Banca». Manuel de la Sierra, «el marqués», era «una persona poderosa, amigo del Rey y colaborador de la embajada de Estados Unidos. Había vendido patrimonio de su esposa por valor de 204 millones para comprar acciones del banco, dominar el consejo de administración e impedir una fusión. Pero pocos meses después del crimen y desaparecido el marqués, el Banco Hispanoamericano absorbe al Banco Urquijo y la familia pierde mil millones de pesetas», subraya el novelista.
Una recién casada virgen
«Según el estudio conjunto de la temperatura rectal referida en el levantamiento de los cadáveres (de 35 grados y dos décimas), las dos muertes se produjeron alrededor de las seis horas del día uno de agosto». La novela de Sánchez Soler comienza así, de forma implacable, con el texto del auténtico informe forense de los marqueses. Él, «un ingeniero agrónomo que había dado un braguetazo en toda regla, entrando en la aristocracia por la puerta grande, vicepresidente de Galerías Preciados, de Seguros La Estrella, de la Sociedad Anónima de Seguros Generales, vocal de Nitratos de Castilla y de Sefisa Financiones y consejero del Banco», recibió un único impacto en la sien derecha. Su esposa, que dormía en otra habitación, tenía un balazo en la boca y otro en el cráneo. La marquesa, se lee en la novela, era «una mujer sin demasiadas luces, de moral puritana, sometida a tratamiento psiquiátrico y que necesitaba cuidados hospitalarios de vez en cuando».
Esa mujer se llamaba Lourdes Urquijo y era la madre de Myriam, quien la peinaba y cuidaba a diario con la dedicación de una hija solícita. Su libro, hoy, es la confesión de un fracaso, de un error motivado por el amor y que acabó de la peor forma posible. «La pérdida de lo que más quería en el mundo, la detención del asesino y un juicio paralelo que trataba de destrozarme, asegurando cosas increíbles sobre mi hermano y sobre mí, amenazaron por hacerme perder el sentido de la realidad», confía. «Empecé a sentirme terriblemente culpable. Pensé que, si no me hubiese casado con Rafi, aquello no habría ocurrido», se lamenta ahora la hija de los Urquijo.
Myriam admite sin ningún reparo el fracaso de su matrimonio y pinta a su marido como a un tarambana sin oficio ni beneficio, afectuoso y atento, proveniente de una familia aristocrática venida a menos que perdió su fortuna en Cuba. Ella, que se casó pese a la oposición familiar, supo desde el primer minuto que había cometido el error de su vida ligándose a aquel hombre delicado y tan turbio como melifluo. «Si de algo sirvió el viaje de bodas fue para confirmar mis dudas de que me había equivocado. Ya en Dubrovnik, lo primero que hizo Rafi fue buscar un espectáculo no muy recomendable para nuestra primera noche de casados. No era una ingenua, pero de ahí a meterme en un local como ese había un abismo», se lamenta. «Yo era una joven muy romántica y había soñado con una boda y un viaje de novios de película rosa...». Pero fue todo lo contrario. Myriam, que llegó virgen al matrimonio, tomó desde los primeros días la decisión de no quedarse embarazada de Rafi. Sánchez Soler apunta a que en su declaración ante el tribunal de La Rota para obtener la nulidad Myriam arguyó que el matrimonio no había llegado siquiera a ser consumado. «Las Navidades de 1978, las primeras de casados, ya no las pasamos juntos. Rafi –escribe Myriam de la Sierra– había querido tener hijos, pero yo me había negado rotundamente. Eso me ayudó muchísimo a tomar la decisión de separarme», escribe en sus memorias la hija de los marqueses.
Bisexual y putero
En su novela, Sánchez Soler es mucho menos benévolo. Retrata al protagonista como un vividor, sablista, bisexual, bebedor, putero y noctámbulo. Un tipo débil, amoral y sin escrúpulos al que una leve insinuación le lleva a matar. ¿El móvil? Algo muy alejado de la venganza y sobre lo que los informes policiales, en una instrucción repleta de errores garrafales, pasaron de puntillas. De semejante debacle solo se salva Rafael Romero, un policía que se retira ante tanta incompetencia. «Se perdió la confesión de Rafi, los cadáveres fueron lavados y vestidos antes de llegar la Policía y todas las huellas, borradas. Unos policías se llevaron las pruebas del Juzgado número 16, desapareció la pistola y hasta los casquillos. Terrible», describe el novelista.
Myriam de la Sierra, sin embargo, prefiere ver en el ánimo de revancha de su exmarido en su delicada situación financiera, la razón última del doble homicidio. «Discutíamos con frecuencia y casi siempre por el mismo tema: si estábamos tan mal económicamente era por culpa de mis padres», escribe. «Él no trabajaba ni estudiaba y yo estaba cansada de esa situación. Recuerdo perfectamente que estábamos alrededor de la mesa del comedor y que, furioso, empezó a gritarme y me dijo: ‘tengo un plan preparado y voy a cargarme a tu familia’».
Según la sentencia, que le condenó a 53 años de presidio, Escobedo, que se colgaría con una sábana en El Dueso en 1988 en un suceso poco claro, fue el autor de los disparos. Su amigo Javier Anastasio, que se fugó de España hasta que prescribió el delito, le condujo aquella noche a la casa.
El caso de los marqueses de Urquijo convulsionó a una España asediada por los crímenes de ETA. Tenía todos los ingredientes: nobleza, sangre, banqueros, un mayordomo, un amante americano, policías torpes y fiscales con retranca. «Fue nuestro 'Los ricos también lloran'. Visto con perspectiva, en la investigación hubo una absoluta sumisión al poder del dinero», remacha Sánchez Soler. (FUENTE: EL CORREO).
 
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Caso Urquijo: Los mil giros de un misterio que ya es historia.
Fue en la madrugada del 1 de agosto de 1980. Tres disparos certeros acabaron fulminantemente con la vida de Manuel de la Sierra y Torres y su esposa, María Lourdes Urquijo y Morenés, los dos, marqueses de Urquijo. Un guardia de seguridad se percató a la mañana siguiente de que uno de los cristales visible desde el exterior de la lujosa residencia de los Urquijo en Somosaguas estaba roto y dio la voz de alarma. A los pocos minutos todo Madrid comentaba la noticia. Los marqueses de Urquijo habían sido asesinados.

Desde el primer momento el desconcierto fue total tanto entre la Policía, que no encontraba un móvil verosímil para el crimen, como entre los periodistas, que se las veían y se las deseaban para recabar detalles de un suceso que había despertado inusitado interés entre la opinión pública. Los marqueses eran la cúspide de una relevante familia aristocrática, muy influyente en el sector de la banca, y dueños de una ingente fortuna.
El mayordomo acusó a uno de los hijos de ser el instigador
Conforme se fueron conociendo los detalles del caso, aumentaban las incóginitas y la curiosidad. Los investigadores siempre tuvieron claro que el o los homicidas conocían a la perfección el interior de la inmensa mansión de los Urquijo. Forzando discretamente algunos accesos que conocían de antemano, los intrusos llegaron directos a la alcoba donde dormía el marqués. Con sigilo extremo se le encañonó mientras dormía. Recibió un balazo en la nuca que resultó letal. Según recogió la sentencia del primer juicio por el asesinato, un segundo proyectil impactó contra la pared del dormitorio tras tropezar el asesino con una silla. Fue este segundo disparo el que alertó a la marquesa. «¿Quién anda ahí?», preguntó. Como respuesta recibió dos tiros, uno en la boca y otro en el cuello, que acabaron con su vida.

Por la munición empleada, los funcionarios del Grupo IX de la Brigada Judicial, que fue a quienes se encomendó la resolución de un misterio que tenía en vilo a todo el país, coligieron que el pistolero habría de ser un experto tirador, puesto que solo así se explicaba que hubiera apostado por proyectiles del calibre 22, mortales solo a muy corta distancia y con mucho tino por parte del tirador.
El mayordomo
Pasaron muchos meses hasta que la Policía pudo encajar las piezas del rompecabezas. Meses en los que no cesaron ni las especulaciones ni el desfile mediático de unos y otros implicados en la historia. Hasta que en el mes de abril de 1981, ocho meses después, se producía la detención de Rafael Escobedo, ex marido de Miriam de la Sierra, hija mayor del matrimonio asesinado.

A partir de ese momento, el asunto se convirtió en un filón para los medios de comunicación más sensacionalistas y el morbo en torno a las intimidades de una familia opulenta pero desgarrada sirvió de pábulo a que especulaciones y truculencias llenaran los papeles. Se aireó entonces que al marqués nunca le gustó su yerno. Lo manifestara o no de modo explícito, a Don Manuel no le hacía ninguna gracia que su hija se hubiera casado con alguien por el que él no sentía la menor estima. Así, nunca apoyó económicamente a la pareja, ni siquiera, como recogió la sentencia que condenó a Escobedo, «en momentos de agobio». Pocos días antes del crimen, Escobedo, a quien toda España conocería como «Rafi», que jamás pudo soportar la ruptura con su mujer, amenazó a esta y a su familia: «Te vas a acordar de mí. Voy a hundir a tus padres. Esta vez va en serio».

Escobedo fue condenado a cincuenta y tres años de cárcel por los dos asesinatos. El fallo judicial incluía una frase inquietante y que todavía hoy, treinta años después, alienta toda clase de teorías cosnpiratorias en torno al asesinato de los nobles. Según el Tribunal, Rafi actuó «por sí solo o en unión de otros».
La sentencia admitía la posibilidad de la participación de otros implicados
Poco después del juicio, haría su aparición una de las estrellas del caso. Como en todo crimen novelesco que se precie, y este se preciaba, tenía que haber un mayordomo. El de los Urquijo, un tal Vicente Díaz Romero, afirmó en entrevistas por las que cobró muchos millones de pesetas que el verdadero cerebro del crimen era Juan de la Sierra, hijo del matrimonio Urquijo, que tenía 22 años cuando sus padres fueron asesinados. Según Díaz, Juan había sido quien «manda a Rafi que se cargue a su padre». El mayordomo tenía su propia visión del asunto. Para él, la muerte de sus patrones era una obra colectiva de Juan, Escobedo, Mauricio López Roberts, marqués de Torrehermosa y Diego Martínez Herrera, administrador de los bienes de la familia. Todos los complicados buscarían hacerse con un trozo del pastel del enorme patrimonio de los marqueses, quienes, al parecer no se caracterizaban por su excesiva generosidad. Como contó Juan en una entrevista a ABC en 1983, «A mi padre le gustaba que nos abriéramos camino nosotros mismos».
El escándalo del mayordomo
A quien se dejaba fuera el fámulo era a Javier Anastasio, el único hombre además de Escobedo, a quien la Justicia consideraría culpable del asesinato. Anastasio fue procesado tras incriminarle López Roberts, pero tras ser excarcelado por haber cumplido el periodo máximo de estancia en prisión provisional, abandonó el país. En paradero desconocido desde entonces, nunca ha cumplido la condena que le fue impuesta. También fue condenado, aunque solo como encubridor, López Roberts.

El último giro de esta macabra historia llegaría el 27 de agosto de 1988. Lo que comenzó en verano tendría su cierre también en verano. Al filo del mediodía de aquel día, un funcionario de la prisión de El Dueso, en Cantabria, encontraba ahorcado en su celda a Rafael Escobedo, quien a la postre más caro pagó el crimen de Somosaguas. Escobedo, que durante su estancia en prisión había hecho una amiga muy poco recomendable, la heroína, llevaba tiempo amenazando con poner fin a su vida. Eso no impidió que cuando apareció su cadáver muchos vieran detrás la implicación de una mano negra que quisiera asegurarse para siempre su silencio. Se cerraba así uno de los más destacados episodios de la crónica negra española. ¿Para siempre? (FUENTE: ABC).

domingo, 7 de abril de 2013

Mapa de la delincuencia en Euskadi.

El mapa de la delincuencia en Euskadi no es homogéneo. Ni siquiera proporcionado. Está compuesto por un rosario de sucesos, casualidades y factores socio-económicos que no aparecen en las frías estadísticas. Según los datos recogidos por la Ertzaintza, los delitos crecieron un 3,25% en Euskadi el pasado año al sumar 90.653; es decir, 248 cada día. Un crecimiento desigual que algunos expertos atribuyen a la agudización de la crisis. EL CORREO muestra las cifras municipio por municipio.
 
 
En el mapa de la delincuencia de Euskadi, Bizkaia y Bilbao sobresalen por encima del resto con mucha diferencia. Con 21.352 delitos y faltas contabilizados, la capital vizcaína (350.000 habitantes) dobla a la siguiente ciudad con más incidentes: Vitoria (240.000 habitantes), que registró 10.817 atestados durante el último ejercicio. En San Sebastián (186.000), que ocupa el tercer lugar de este particular ránking, la Policía autonómica registró 5.922. Lo preocupante en el caso de Bilbao es que durante 2012 registró un incremento del 11% –casi cuatro veces la media del País Vasco–, que contrasta con el descenso del 6% en Donostia y del 3% en Vitoria.
A partir de ahí, hay casos particulares que destacan por sí mismos. En Bizkaia la delincuencia ha crecido sobre todo en las ciudades y en las localidades importantes. Sobresale, en este sentido, lo que ocurre en Sestao, donde se contabilizaron 1.625 delitos y faltas, lo que supone un ascenso del 29%. En otras localidades de la Margen Izquierda, como Santurtzi (14%) y Portugalete (6%), también se han percibido incrementos significativos. En Barakaldo, que ocupa el cuarto lugar en la población y en el ránking delictivo del País Vasco, también se registró un crecimiento del 2% al sumar 5.081 delitos. Pero los aumentos generalizados en Bizkaia también se dejaron percibir al otro lado de la ría. Destaca, en este sentido, el alza del 17% de Getxo. En el terreno de las anécdotas se encuentran pueblos tranquilos como Lanestosa que protagonizó un incremento, de nada más y nada menos, que del 800%. El dato porcentual –el mayor de Euskadi– pierde fuelle cuando se explica que pasó de contabilizar una incidencia a registrar nueve. Vamos, que es una localidad tranquila.
Crisis y paro
Alava, con un descenso del 4%, y Vitoria (-3%) representan el perfil más amable del mapa de la delincuencia de Euskadi, que es la tercera comunidad en la que más creció las tasas de robos y asaltos en 2012. En este caso, la capital es el escenario de la inmensa mayoría de los delitos que se cometen en el territorio alavés (10.817 sobre un total de 13.748). A mucha distancia le siguen Llodio (554), Amurrio (286) y localidades como Salvatierra (151) y Nanclares de Oca (134). En el otro lado de la balanza aparecen pueblos como Zalduondo y Peñacerrada con 4 atestados abiertos en un año.
El caso de Gipuzkoa es singular. Mientras que en la capital se produjo un moderado descenso del 6%, la mayoría de las localidades importantes, de más de 10.000 habitantes, experimentaron incrementos notables. Destacan los casos de Azkoitia (53%), Hernani (10%), Hondarribia (13%), Mondragón (11%), Renteria (7%) e Irún (6%).
Al margen de las diferencias estadísticas, cada territorio y cada ciudad tienen sus propias peculiaridades –como el impacto de la crisis y el crecimiento desigual del desempleo– que influyen en sus tasas de criminalidad. El principal problema de Bizkaia y Bilbao son los asaltos a viviendas y los robos con violencia, una lacra que también se acusa en Gipuzkoa. Estos últimos, que generan una gran alarma social, se han disparado en un 32% en el último año. Fuentes de la Ertzaintza especializadas en investigación recalcan que uno de los principales problemas es que algunas comisarías importantes, como la de Sestao, están por debajo de efectivos en relación a la tasa de criminalidad. «Bizkaia dobla el número de delitos que se cometen en los otros dos territorios», explica este ertzaina.
En Álava, en cambio, los robos con violencia han descendido un 16%. Aquí la principal preocupación de los responsables policiales son los hurtos –robos cuyo valor no supera los 400 euros– y los asaltos a domicilios, que crecieron en torno al 24%. Los incrementos generalizados en las tasas delictivas contrastan, sin embargo, con el descenso en las detenciones de cerca del 10% durante el mismo periodo. (FUENTE: EL CORREO).

jueves, 4 de abril de 2013

Tres detenidas de una misma familia por robar al descuido en un supermercado.

Un operativo conjunto de las Policías locales de Getxo y Erandio permitió el pasado 19 de marzo detener a tres mujeres carteristas con numerosos antecedentes por hurto. Las pesquisas arrancaron a primeras horas de la mañana cuando una patrulla de paisano de la guardia urbana getxotarra detectó a las sospechosas en compañía de un menor de apenas dos años, merodeando por supermercados del barrio de Algorta.
El seguimiento continuó por Las Arenas, donde tampoco cometieron ningún delito, para concluir en el centro urbano de Erandio. Las mujeres accedieron a otra gran superficie seguidas de manera discreta por los agentes, que pudieron constatar cómo hurtaban una cartera «con 300 euros» del bolso de otra mujer. Fue todo lo que necesitaban para proceder a su identificación y dar cuenta a los 'municipales' erandiotarras, que se hicieran cargo de su detención y las correspondientes diligencias.
Las arrestadas, una madre y sus dos hijas, forman parte de una banda familiar especializada en este tipo de robos que «enseñan sus artes de generación en generación», abundaron fuentes policiales. En círculos policiales se conoce a estas mujeres como el 'clan de Torrelavega'. Su presencia es habitual cuando se producen aglomeraciones en mercados ambulantes o en las inmediaciones de centros comerciales, siendo las mujeres sus víctimas preferidas para actuar al descuido.
El historial de estas mujeres es bastante amplio y llevan años representando un quebradero de cabeza para las fuerzas del orden. Su actividad les ha llevado a ser conocidas en localidades de toda la cornisa cantábrica, donde repetían el patrón delictivo que les ha llevado a comisaría. (FUENTE: EL CORREO).

miércoles, 3 de abril de 2013

«De una violación sacas algo bueno, que es un hijo», dice una profesora de la asignatura Doctrina Social de la Iglesia.

 
 
Alumnos de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia han denunciado que una profesora aseguró, durante una clase en el grado de Periodismo, que «las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor» y que «el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios».
Según reflejan estudiantes en redes sociales, los hechos sucedieron el martes, cuando la docente, Gloria Casanova, que impartía una clase de la asignatura Doctrina Social de la Iglesia en tercer grado de Periodismo, se explayó en las citadas afirmaciones y en otras como: «aunque tu marido te sea infiel, la verdadera prueba de amor es seguir amándole con lágrimas en los ojos, como Jesús lloraba en la cruz». Aseguró también, siempre según estas versiones, que la homosexualidad «se puede reconducir».
«Libertad de cátedra»
Sobre este asunto, la universidad hizo público ayer un comunicado en el que subraya que la institución académica «fomenta el debate plural y la reflexión entre alumnos y profesores y acoge todas las opiniones que se expresan desde el respeto al ideario del centro».
La propia profesora aseguró ayer al periódico 'Levante', al salir del aula, que «decir que fue una clase polémica es exagerar». «Ha sido una lección muy dialogada, dando pie a los alumnos a tenor de la asignatura que imparto», añadió la docente, que pidió «no sacar las cosas de contexto».
La consellera de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat valenciana, María José Català, restó trascendencia a estas manifestaciones, que «no dejan de ser opiniones de una persona dentro de su libertad de cátedra ejercitada dentro de su actividad docente. Evidentemente yo, personalmente, no comparto algunas de las cosas que se han dicho pero respeto la libertad de cátedra y lo enmarco dentro de lo que son, opiniones que ha hecho una persona de manera acertada o no».
Por su parte, el diputado de Compromís Fran Ferri instó al Consell a que «tome medidas que garanticen los derechos fundamentales de los alumnos». «El Gobierno valenciano tiene la obligación de velar para que no se atente contra los derechos de los alumnos aunque se trate de universidades privadas, y más aún teniendo en cuenta que se trata de universidades que han contado con el apoyo del gobierno del PP para su creación, con la cesión de suelo público y otros tipos de subvenciones con dinero de todos y todas». (FUENTE: EUROPA PRESS).

martes, 2 de abril de 2013

¿Cómo llegaron 700 kilos de cocaína al avión privado de Alain Afflelou?.

El aeropuerto de Punta Cana sirve a la zona turística del este de la República Dominicana: unas 40 compañías de vuelos regulares o chárter utilizan su peculiar terminal en forma de cabaña de madera sin puertas, grandes ventiladores y cubierta de cañizo; una instalación que contrasta con pantallas de información, mostradores de facturación y los inevitables controles de seguridad.
La mayor parte de los más de cuatro millones de pasajeros que pasan cada año por Punta Cana llegan y salen en aviones comerciales, mientras que un puñado, (en notable crecimiento) lo hace por la terminal VIP o el FBO, dos discretos edificios al oeste de la gran terminal de pasajeros, por donde llegan o salen del país los pasajeros que viajan en avión privado. La habitual discreción y tranquilidad de esa zona apartada del aeropuerto se vio alterada en los últimos días, cuando una operación a gran escala interceptó 26 maletas que iban a ser cargadas en un Dassault Falcon 50 de matrícula francesa (F-GXMC).
Dos particularidades: las maletas llevaban 700 kilos de cocaína y el avión era propiedad, ni más ni menos, que del óptico galo Alain Afflelou, una cara muy conocida en su país y en España gracias a su continua presencia en todas las campañas publicitarias en las que ofrece gafas a precios muy económicos. Afflelou reaccionó enseguida tras conocer la noticia por prensa para dejar claro que él no tenía nada que ver con la droga incautada.

La fórmula del abanderamiento

A pesar de que el trirreactor intercontinental es de su propiedad, el empresario francés utiliza una formula muy común entre los poseedores de estos jets ejecutivos: el abanderamiento. En este caso, el aparato lo gestionaba Trans Helicòptere Service, compañía que curiosamente tiene su página web en mantenimiento desde que se ha conocido el caso en el que se han detenido a 35 personas, incluidos cuatro pilotos.
THS es una de las muchas compañías francesas que opera aeronaves para terceros, como en España puede ser Gestair, TAG aviation o Executive Airlines. Así, con la formula del abanderamiento, el propietario del avión puede hacer que la cuenta de resultados por los costes de explotación del mismo no sea tan abultada, ya que cuando no tenga previsto utilizarlo, el aparato puede ser comercializado y alquilado a terceros.
En aviación, sea comercial o de negocios, todo son gastos: junto a la operación financiera elegida para la adquisición de la aeronave, lo que más pesa son los gastos derivados, esto es, lo que cuesta cada hora de vuelo. A ello hay que añadir unos costes fijos que, se vuele o no, deben ser cubiertos, como son los salarios de los tripulantes, los cursos iniciales y de refresco (entrenamiento), los seguros, el mantenimiento periódico, las suscripciones y boletines del fabricante. Otros gastos variables son el combustible, tasas de sobrevuelo, aterrizaje y estancia, catering y dietas.
Pocas son las empresas o particulares (en España unos tres o cuatro) que asumen todo ello, por lo que confían a terceros la gestión, que en algunos casos reduce sustancialmente el coste de la aeronave para su propietario. Ese era el caso de Afflelou, que, siempre según su versión, ignoraba dónde se encontraba su Falcon 50, que en principio habría alquilado alguien de una organización dedicada al tráfico de drogas. THS guarda por el momento un escrupuloso silencio sobre un aparato que curiosamente confirma aquella teoría de los pocos grados de separación que existen entre las personas.
Veamos: el avión, construido por Dassault con número de serie 190, fue entregado en 1989 a Segest, una sociedad filial de FIAT, que lo registró con una matricula muy italiana: I-CAFE. Se convirtió en el avión personal del legendario avvocato Giovanni –Gianni– Agnelli, el poderoso presidente del grupo Fiat. Con el Falcon viajó por todo el mundo solo, con su familia o colaboradores. El fabricante italiano fue ampliando su flota con más y mejores aviones, y este F50 fue vendido en 1996 a la portuguesa Heliavia, que lo situó en Lisboa al servicio de empresas locales, aunque también del resto del continente, ya que el mercado ejecutivo luso es bastante reducido.
Al cabo de 10 años regresó a manos de su constructor, Marcel Dassault en Francia, donde estuvo durante 22 meses a la venta. Entre 2005 y 2007 fue el avión de empresa de la financiera Lixxbail, para finalmente pasar a manos de una discreta sociedad, llamada Mascaralain, que según el registro mercantil francés se dedica a servicios de informática, pero cuyo propietario es Alain Afflelou.
La siempre discreta aviación privada (en España hay una obsesión por no revelar quién es el dueño de un jet privado) es también una fuente de sorpresas con los registros de conveniencia de Bahamas, Bermudas, isla de Man o Aruba, donde grandes corporaciones mundiales tienen registrados sus aviones para ahorrar el pago de impuestos en sus propios países. (FUENTE: EL DIARIO.ES).