Bijan Alizadeh, el iraní de 31 años, detenido y
encarcelado como autor del homicidio a puñaladas de un vecino de
Santutxu, Kepa Mallea, y de causar heridas de arma blanca a otros seis
viandantes el pasado lunes 14 de noviembre, sufre una psicosis
delirante, según han confirmado los psiquiatras forenses que le han
examinado esta semana. El acusado es por tanto un enfermo mental, tal
como han certificado los especialistas, y debe recibir un trato
diferenciado.
A partir de ahora, el equipo de psiquiatras tendrá que
someterle a una revisión más profunda en una futura o futuras
entrevistas en las que deberán determinar el grado de imputabilidad del
detenido, indicaron fuentes cercanas al caso. Si los psiquiatras
confirman que el delirio provocado por la enfermedad, una esquizofrenia
paranoide, está relacionado con los hechos, se traduciría en una
disminución de la pena. Al ser detenido por agentes de la Policía
Municipal de Bilbao aquel mismo día, Bijan Alizadeh creía que los
policías le iban a matar.
Después de celebrarse la vista oral, en caso de que un
enfermo llegue a ser condenado, los jueces suelen proponer una medida
sustitutiva a la cárcel de ingreso en un centro psiquiátrico. En la
actualidad, el acusado se encuentra ingresado en la conocida como
Penitenciaría del hospital de Basurto, donde quedan internados los
presos de este tipo, es decir, los que han cometido algún hecho
delictivo de mayor o menor gravedad y sufren trastornos mentales.
Descompensado
Bijan Alizadeh fue detenido después de asestar siete
puñaladas a un profesor jubilado que tomaba un café y leía el periódico
en un bar de la calle Zabalbide del barrio bilbaíno de Santutxu. Antes,
había ido apuñalando a seis peatones que se cruzaron con él desde la
boca del metro. Algunos de los heridos presentaban lesiones de carácter
grave.
Desde la comisaría de la Ertzaintza en Ibarrekolanda, el
detenido fue trasladado el martes 15 de noviembre a Urgencias de
Psiquiatría del hospital de Basurto y allí, tras recibir medicación, fue
dado de alta. El inculpado fue puesto a disposición del juzgado de
instrucción número 7 de Bilbao, que ordenó su inmediato ingreso en la
prisión de Basauri el mismo miércoles, día 16 de noviembre. El médico de
la cárcel comprobó que el reo estaba descompensado, es decir, en pleno
brote psicótico, un momento peligroso de este tipo de enfermedades, y
volvió a enviarle a Psiquiatría de Basurto al día siguiente, donde
permanece desde entonces, explicaron las mismas fuentes.
En el País Vasco no existen centros de internamiento para
este tipo de presos, que no pueden ingresar en la cárcel ni tampoco
permanecer 'sine die' en el hospital. En otros casos, los enfermos que
han cometido un delito tan grave suelen ser derivados a un centro
psiquiátrico con una vigilancia especial hasta que sale el juicio.
Bijan Alizadeh tiene un hermano que también vive en
Bizkaia. En 2007, el inmigrante pidió asilo político en España y se lo
denegaron y desde entonces se encontraba en situación irregular, señalan
fuentes solventes. En este tiempo, había solicitado ayudas sociales a
la Diputación vizcaína y protagonizado otros incidentes, aunque ninguno
tan grave.(FUENTE: ELCORREO.com).
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