Un padrastro fue condenado a cumplir la pena de 10 años de prisión por
abusar y embarazar a la hija de su concubina, en tanto que el padre del
condenado, que también era juzgado, fue absuelto por el beneficio de la
duda.
El Tribunal de la Cámara Penal Nº 2 resolvió por unanimidad condenar a
la pena de 10 años a un hombre de apellido Vargas, oriundo de una
localidad del interior del departamento La Paz, por el delito de “abuso
sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia”. En
tanto que el padre del acusado, que se enfrentaba a la misma carátula,
recibió la absolución, pese a que el fiscal de cámara, Gustavo Bergesio,
mantuvo la acusación para ambos.
Pericias y hecho
El caso empezó a ser juzgado a principios de noviembre, pero una
contrariedad en el reconocimiento en la denuncia que puso la madre
dilató el proceso por varios días (ver entrada "Madre de una nena violada niega ahora haber firmado la denuncia" del 11 de noviembre). Sucede que la mujer, que en su
momento había denunciado el hecho, negó que la firma que avalaba la
exposición judicial acusando a los dos hombres como los responsables de
violar a su hija, fuera la suya. Por esta razón, el debate debió
suspenderse. Ante ello, el Tribunal de Cámara solicitó una pericia
caligráfica, a los fines de comparar la rúbrica de la denuncia, con la
de la madre de la nena.
Ahora, la Justicia deberá resolver cuál será la situación de la madre
de la nena abusada, ya que el resultado de las pericias determinaron que
la firma que se exhibía en la denuncia era la misma que la que aparece
en el documento de identidad de la denunciante.
Según indicaron fuentes judiciales consultadas en su momento, la mujer
había manifestado que el caso debía resolverse en familia, ya que
aparentemente nunca rompió la relación que mantenía con el acusado.
Los abusos que soportó la nena empezaron cuando tenía 9 años, en el año
2007, y recién al cumplir los 12, en julio de 2009, saltaron a la vista
con el embarazo. Recién allí la víctima le confesó a su propia madre
que el padrastro y abuelastro la obligaban a satisfacer sus más bajos
instintos.
La investigación, iniciada por la fiscal de Recreo en ese momento,
Jorgelina Sobh, imputó a los dos sujetos como los responsables de los
continuados ataques. Es que la nena había señalado a ambos sujetos como
los responsables, y al comparecer ante los jueces, ratificó sus dichos. Entre las pericias ordenadas por la fiscal de Instrucción, el examen de
ADN fue concluyente para imputar al padrastro, al arrojar un 99% de
compatibilidad.
El tribunal estaba conformado por los jueces los jueces de Cámara, Luis
Guillamondegui, Jorge Álvarez Morales y Rodolfo Bustamante, en tanto
que los imputados eran asistidos por los letrados Fernando Contreras y
Guillermo Narváez. (FUENTE: EL ESQUIÚ de Argentina).
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