En Euskadi más de 6.000 personas
conviven con el sida. A pesar de las terapias existentes y de las
campañas en contra de esta enfermedad que se lanzan desde las
instituciones vascas y desde las ONG, a lo largo del pasado año en
nuestro entorno se dieron 179 nuevas infecciones. El desaliento acecha
entre los activistas que trabajan contra esta pandemia heredada del
siglo pasado. El perfil de los nuevos infectados es el de un varón de 38
años -tan sólo el 11,6% es menor de 24 años- que ha tenido más de tres
parejas sexuales. Porque el colectivo de hombres que practica sexo con
hombres (HCH) sigue representando casi un tercio de las personas
infectadas; un dato contradictorio, ya que en los 90 fueron los que
convirtieron el sexo seguro en su bandera de lucha contra la pandemia.
Los alarmantes datos han llevado a Osakidetza a poner en
marcha una consulta pionera por internet para gays y a incluir los test
rápidos de sífilis en la oferta de las farmacias junto con los de VIH
por el mismo precio ( 5 euros)
"Se ha bajado la guardia; la gente tiene que tener claro que
el sida es una dolencia gravísima. Su contagio conlleva tratamiento de
por vida y también es sinónimo de muerte", se lamenta Marco Imbert, el
activista de T-4 en el Día Mundial contra el Sida. "El problema -añade-
es que las conductas sexuales han cambiado; la gente no quiere
compromiso, sino sexo rápido, esporádico y si es posible anónimo".
La llegada de los medicamentos antirretrovirales en 1996
supuso un avance en el tratamiento de las personas seropositivas, pero
tuvo como efecto colateral el abandono del sexo seguro, en el que ha
influido la irrupción de internet y su utilización como medio de
establecer contactos y buscar parejas sexuales.
Imbert, junto a los responsables de Sanidad del Gobierno
vasco, inició hace ya más de una década una campaña por las saunas y los
cuartos oscuros de los locales de ambiente de Bilbao para intentar frenar el avance de las infecciones de transmisión sexual (ITS)
gonorrea, sífilis... En
consecuencia, en los últimos años, los casos de sífiles, gonorrea se
han disparado en Euskadi. "Ahora la gente se conoce por internet,
quedan, se ven y si se gustan entran en un cuarto oscuro", alerta el
activista de T-4.
En el último año el 54% de los hombres que tienen sexo con
hombres en el País Vasco conoció a su pareja sexual ocasional en la red y
un 11% en una sauna gay. Tres de cada diez mantuvieron penetraciones
anales sin preservativo con parejas ocasionales, de las que desconocían
su estado respecto al sida. El 48% de ellos tuvo entre 2 y 10 parejas
sexuales en el último año y el 28% más de 10.
En Euskadi hay cerca de una treintena de locales de ambiente
gay y ocho saunas y establecimientos en los que se mantienen relaciones
de hombres con hombres de todo tipo. El intercambio de sexo, donde
sífilis, gonorrea y virus de VIH campan a sus anchas es más
amplio. "Están las casas de prostitución donde los chicos, la mayoría
inmigrantes jóvenes venden su cuerpo", añade.
Ante esta situación, el Departamento de Sanidad ha decidido poner en marcha una consulta online a la que pueden acceder este colectivo de forma totalmente anónima (www.osakidetza.euskadi.net/sida).
En la web se plantean cuatro opciones de consulta: para quienes han
tenido prácticas de riesgo y quieren realizarse el test del sida y
sífilis, para quienes tienen algún tipo de lesión genital o anal, para
quienes han tenido relaciones con una pareja que tenía infección sexual y
para quienes han tenido una práctica de riesgo sin protección con una
persona con VIH.
citas por internet De
ser necesario, al afectado se le deriva a una consulta presencial con un
especialista. ¿Qué ocurre para que aumenten las infecciones entre los
gays si se tiene toda la información del mundo mundial?" "Que se imponen
los rollos de fin de semana y, además, por los chats
enviados por internet se imponen las relaciones. Los cuartos oscuros,
las saunas garantizan sexo sin cortejo. Lejos se queda la necesidad de
invitar a una consumición, interesarse por sus gustos, saber a qué se
dedica uno y sus aficiones. Se queda y ya está. Pero esto pasa en
Euskadi y en todo Occidente", relata Marco Imbert.
La legalización de los matrimonios entre parejas homosexuales y
la permisividad sexual latente en nuestro entorno no han impedido que
las saunas y los cuartos oscuros pierdan fuerza en los locales de ambiente.
"Es cierto que tienen su punto sórdido. La gente entra y sale del
cuarto oscuro, donde se da un sexo más incógnito y más rápido. El que no
haya luz, que no percibas quien te toca y con quien practicas sexo
implica un morbo añadido a la relación. La oscuridad favorece las
prácticas sin protección", reconoce el activista de T-4.
Por ello, las iniciativas que lleva a cabo esta Asociación
contra el sida junto al Gobierno vasco se dirigen a que en los usuarios
cale el mensaje de que las infecciones están aumentando, que la sífilis y
otras dolencias multiplican el riesgo de contraer el virus del VIH; que
el sexo oral también es una práctica de riesgo y que ninguna relación,
ni siquiera las relaciones deben hacerse sin preservativo. "El sexo
bucogenital favorece la transmisión del herpes, sífilis y gonococia y
éstas a su vez multiplican de 2 a 5 veces el riesgo de contraer el virus
del sida", añade didácticamente Imbert.
Como responsable del operativo en saunas y locales de
ambiente, se muestra satisfecho de la acogida que tiene tanto entre los
encargados y propietarios de las mismas como entre los usuarios.
"Ofrecemos preservativos y lubricantes por los establecimientos y
locales; en su interior hay carteles con mensajes fosforescentes para
que se lean en plena oscuridad. Nosotros queremos cambiar las costumbres
que están unidas a instintos naturales. Es aún muy complicado, pero ahí
estamos".
De seguir aumentando los contagios entre los homosexuales, la
difusión de una epidemia que parece controlada "podría empeorar en los
próximos años". De hecho, como apostilló el consejero de Sanidad, Rafael
Bengoa, las últimas campañas promovidas por su Departamento han estado
dirigidas a este colectivo, donde el número de infectados sigue
creciendo en contraposición a su disminución en el resto de la
población. Es un reto que el porcentaje de HSH que tienen sida es "más
alto" y, por tanto, "una relación sin protección entre ellos tiene más
riesgo que en población heterosexual". Desde asociaciones como T-4
también expresan su inquietud por otra tendencia: "Un pequeño aumento de
infecciones en el grupo de jóvenes menores de veinte años". "No es algo
que nos tenga que alarmar aunque sí mantenernos en alerta", confiesan.
Política de avestruz "El
reto son los diagnósticos precoces, que las personas que han tenido
relaciones sexuales de riesgo se hagan la prueba; muchas personas no se
la realizan por miedo a dar positivo. Practican la política de avestruz;
tienen terror a descubrir que son seropositivos. Esta actitud no hace
más que perjudicarles; cuanto antes sean diagnosticados las opciones
farmacológicas serán mejores", asegura Imbert.
En esta línea el activista contra el sida reconoce la
importancia de la iniciativa puesta en marcha por el Gobierno vasco de
los test rápidos de VIH y sífilis en las farmacias. "No hay excusa para
que las personas que sospechen que puedan haberse contagiado no se hagan
la prueba. Tanto en las boticas como en las asociaciones se les
garantiza el anonimato".
Desde la puesta en marcha del programa en las farmacias vascas,
se han efectuado 8.300 test rápidos de sida, de los que 68 dieron
positivo. Un 45% de los positivos correspondió a hombres que tienen sexo
con hombres. (FUENTE: DEIA).
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