Ni a golpes ni con un hacha. Teo Braceras, el ganadero
acusado de asesinar a José Javier Ezkerra -Txetxu-, el abogado vizcaíno
cuyo cadáver fue recuperado hace un mes en una sima de Burgos donde el
presunto homicida lo ocultó durante noventa días, ha cambiado esta
semana su versión de los hechos tras reconstruir la mortal discusión que
mantuvo con el letrado en una granja de su propiedad ubicada en el
Valle de Mena. Braceras aseguró al grupo de policías, forenses y
magistrados que le acompañaron que empuñó un palo para rematar a Txetxu,
un arma del que no había hablado hasta ahora.
Teo Braceras y su hermano José Ángel firmaron un contrato
de compraventa de la finca de Berrandúlez (Mena) en la que guardaban el
ganado gracias al dinero que les había prestado Ezkerra Uriarte. Sin
embargo, el letrado les advirtió de que había que protocolizar el
acuerdo ante un notario y el pasado 15 de febrero quedaron para cerrar
la operación. Según la versión del ganadero, volvió a estampar su firma
sin leer el documento, pero al revisarlo creyó que se trataba de un
nuevo texto con el que el letrado quería engañarles.
El desencuentro provocó una fuerte discusión en la que
Teo amenazó con romper el contrato, algo que Txetxu intentó evitar.
Forcejearon y entonces cayeron al suelo. Braceras, más corpulento que el
abogado, quedó encima de Ezkerra Uriarte, que -siempre según la versión
del sospechoso- cayó de espaldas y se golpeó la nuca contra un quicio
de madera. Después, preso de la rabia, le golpeó la cabeza contra el
suelo varias veces más. El letrado quedó inconsciente, presumiblemente
ya muerto. Tras mantener el cadáver oculto toda la noche en un remolque
para caballos y eliminar posibles pruebas, los hermanos Braceras lo
trasladaron desde Arza, pueblo en el que residían, hasta el paraje
burgalés de La Engaña, a 60 kilómetros de distancia. Lo abandonaron en
una zona de difícil acceso: una grieta natural de donde fue recuperado
en mayo, tras la confesión de Teo.
Después de pasar dos meses recluidos en la cárcel de
Basauri sin hablar, el mayor de los hermanos Braceras rompió su silencio
el mes pasado para exculpar a José Ángel y guiar a la Policía hasta la
zona donde dejaron el cadáver. Pese a que la autopsia señala que las
profundas heridas que el cuerpo del fallecido presentaba en el cuello y
la espalda debieron hacerse con «un arma incisocontundente tal como un
hacha», Teo aseguraba el pasado martes, día en el que se realizó la
reconstrucción de la pelea mantenida por el supuesto asesino y la
víctima, que el arma utilizada fue otra.
Las astillas
Según relata el 'Diario de Burgos', Teo explicó que, tras
los golpes que propinó a Txetxu contra una puerta que había tirada en
el suelo, agredió al letrado con un palo que acabó partiéndose en dos
causándole las heridas que reflejaba la autopsia. El ganadero justificó
que los restos de sangre del letrado detectados en un hacha encontrada
en el maletero del coche de su hermano llegaron allí al apoyar el cuerpo
de la víctima para trasladarlo. José Ángel Braceras también acudió el
martes a la finca de Berrundúlez, aunque lo hizo separado de Teo. (FUENTE: EL CORREO).
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