viernes, 22 de junio de 2012

Teo Braceras, presunto asesino del abogado Ezkerra, cambia su versión de los hechos.

Ni a golpes ni con un hacha. Teo Braceras, el ganadero acusado de asesinar a José Javier Ezkerra -Txetxu-, el abogado vizcaíno cuyo cadáver fue recuperado hace un mes en una sima de Burgos donde el presunto homicida lo ocultó durante noventa días, ha cambiado esta semana su versión de los hechos tras reconstruir la mortal discusión que mantuvo con el letrado en una granja de su propiedad ubicada en el Valle de Mena. Braceras aseguró al grupo de policías, forenses y magistrados que le acompañaron que empuñó un palo para rematar a Txetxu, un arma del que no había hablado hasta ahora.
Teo Braceras y su hermano José Ángel firmaron un contrato de compraventa de la finca de Berrandúlez (Mena) en la que guardaban el ganado gracias al dinero que les había prestado Ezkerra Uriarte. Sin embargo, el letrado les advirtió de que había que protocolizar el acuerdo ante un notario y el pasado 15 de febrero quedaron para cerrar la operación. Según la versión del ganadero, volvió a estampar su firma sin leer el documento, pero al revisarlo creyó que se trataba de un nuevo texto con el que el letrado quería engañarles.
El desencuentro provocó una fuerte discusión en la que Teo amenazó con romper el contrato, algo que Txetxu intentó evitar. Forcejearon y entonces cayeron al suelo. Braceras, más corpulento que el abogado, quedó encima de Ezkerra Uriarte, que -siempre según la versión del sospechoso- cayó de espaldas y se golpeó la nuca contra un quicio de madera. Después, preso de la rabia, le golpeó la cabeza contra el suelo varias veces más. El letrado quedó inconsciente, presumiblemente ya muerto. Tras mantener el cadáver oculto toda la noche en un remolque para caballos y eliminar posibles pruebas, los hermanos Braceras lo trasladaron desde Arza, pueblo en el que residían, hasta el paraje burgalés de La Engaña, a 60 kilómetros de distancia. Lo abandonaron en una zona de difícil acceso: una grieta natural de donde fue recuperado en mayo, tras la confesión de Teo.
Después de pasar dos meses recluidos en la cárcel de Basauri sin hablar, el mayor de los hermanos Braceras rompió su silencio el mes pasado para exculpar a José Ángel y guiar a la Policía hasta la zona donde dejaron el cadáver. Pese a que la autopsia señala que las profundas heridas que el cuerpo del fallecido presentaba en el cuello y la espalda debieron hacerse con «un arma incisocontundente tal como un hacha», Teo aseguraba el pasado martes, día en el que se realizó la reconstrucción de la pelea mantenida por el supuesto asesino y la víctima, que el arma utilizada fue otra.
Las astillas
Según relata el 'Diario de Burgos', Teo explicó que, tras los golpes que propinó a Txetxu contra una puerta que había tirada en el suelo, agredió al letrado con un palo que acabó partiéndose en dos causándole las heridas que reflejaba la autopsia. El ganadero justificó que los restos de sangre del letrado detectados en un hacha encontrada en el maletero del coche de su hermano llegaron allí al apoyar el cuerpo de la víctima para trasladarlo. José Ángel Braceras también acudió el martes a la finca de Berrundúlez, aunque lo hizo separado de Teo. (FUENTE: EL CORREO).

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