Los traductores de Ikea han evitado una buena metedura de
pata de la marca en Tailandia. La compañía sueca estaba a punto de
abrir su primera tienda en el país asiático y, dispuestos a conquistar
otro mercado, entre su enorme variedad de muebles figuraba la cama
‘Redalen’.
Pero hasta el último minuto nadie se había percatado de
que esta palabra significa en tailandés ‘juegos sexuales previos’. Por
suerte para Ikea, los traductores detectaron la palabra que podía haber
dado pie a equívocos y cambiaron a tiempo la denominación de la cama.
“Los nombres suecos son importantes porque transmiten un
carácter único de marca”, explica en The Wall Street Journal Natthita
Opaspipat, una de los miembros del equipo de traductores que Ikea ha
contratado para trasladar del mejor modo posible las denominaciones
escandinavas al tailandés, un idioma que utiliza un alfabeto derivado
del sánscrito. “Tenemos que ser muy cuidadosos porque algunos suenan un
poco fuerte”, remacha Natthita.
Ikea, que utiliza más de 9.000 términos, está
descubriendo que sus divertidos, y sonoros, nombres suecos suenan mal en
otros idiomas y por eso los revisa y los pone al día constantemente.
Pero otras empresas lo sufrieron antes cuando han intentado abandonar
sus mercados para triunfar en el exterior.
Quizá la primera de ellas fuera Coca-Cola, que en 1927
descubrió que al traducir el nombre a caracteres chinos, algunas tiendas
llamaban a la bebida ‘yegüa atada con cera’ o ‘mordisco de renacuajo de
cera’.
La competencia de Coca-Cola tampoco se libró cuando lanzó
una campaña con el eslogan ‘Pepsi brings you back to life’ (Pepsi lo
reanima). Pero en la traducción al mandarín que se habla en Taiwan, la
frase quería decir: ‘Pepsi reanima a los ancestros’; y en algunas
culturas, como la taiwanesa, el culto a los muertos es sagrado.
También en China tuvo problemas la cadena de comida
rápida Kentucky Fried Chicken (KFC). A principios de los años 80, en su
intento de penetrar en el mayor mercado del mundo, utilizó el lema
‘Finger-Lickin’ Good’ (Como para chuparse los dedos). Los clientes
chinos, sin embargo, lo que entendieron fue: ‘Cómase bien los dedos’.
Más recientemente, en 2003, la compañía británica
Sharwood sacó al mercado una salsa llamada Bundh, palabra que en la
región pakistaní de Punjab suena como ‘culo’.
En el mercado hispano, el caso más recordado ha sido el
del todoterreno Mitsubshi Pajero, que en España, América e India se
denomina ‘Montero’, para evitar burlas por motivos obvios. (FUENTE: EL CORREO).
Interesante información!
ResponderEliminarLlama mucho la atención que multinacionales que presuntamente disponen de medios humanos y materiales para evitarlo, caigan en este error.
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