jueves, 28 de junio de 2012

Los tatuajes de henna no son tan inofensivos como parecen.

Los tatuajes temporales no son tan inofensivos como parecen. Algunas hennas están adulteradas y pueden producir reacciones alérgicas en la piel como ampollas graves y, en algunos casos (pocos), cicatrices después de la curación. Algún enfermo, incluso, se ha tenido que hospitalizar y ha habido casos aislados de ingreso en la UVI. ¿La razón? Con la globalización, los tatuajes se ofertan a los turistas en las playas (e incluso en las piscinas o ferias) de Canarias, Valencia, Alicante, Creta, Túnez, Marruecos, Australia, California, Egipto, Israel y Tailandia. El problema viene porque los usuarios no pueden (o quieren) estar esperando las horas que requiere el tinte para secarse. Y los tatuadores adulteran ilegalmente la henna con una sustancia ilegal que reduce el proceso a ¡10 minutos! La alergia no aparece hasta las 24 ó 48 horas, para ese momento ya ha terminado la feria o el turista se ha marchado, y los estafadores, tan contentos.
Ante la proliferación de este tipo de problemas en nuestras costas, la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) ha decidido alertar sobre sus peligros, del mismo modo que lo ha hecho la Academia Americana de Dermatología (AAD) en Australia y California. La Agencia Española del Medicamento ya realizó un aviso sobre esta materia hace un tiempo, pero de poca divulgación. Ahora, que estamos cerca de las vacaciones al sol, es el momento de que todos en general, y los adolescentes en particular (lo mejores clientes de este negocio), sepan que pueden no ser tan inocuos como creíamos. Empecemos por el principio.
¿Qué es la Henna? Una planta (Lawsonia inermis) que se utilizaba desde antiguo para teñir el pelo de las momias de los egipcios, y que se usa hoy todavía como tinte capilar en la cultura hindú e islámica. Para los tatuajes corporales, se emplea el polvo de la planta mezclado con agua. Se realiza el dibujo sobre la piel, y hay que dejar la pasta durante 1-4 horas para que se fije el tinte, que se mantendrá 2 ó 3 semanas.
¿Por qué produce las alergias? «La henna natural es segura», explica Leopoldo Borrego, profesor de Dermatología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y miembro de la AEDV. «Son los tatuadores lo que no siempre lo son. Como a los turistas no les gusta estar las dos o cuatro horas esperando a que se seque el tinte (no se pueden bañar, ni cargar con bolsas o mochilas), algunos la adulteran ilegalmente con parafenilendiamina, una sustancia que se añade al tinte capilar, y que tarda en secarse 10 minutos.
La parafenilendiamina, que es segura para el pelo, puede producir reacciones graves cuando se aplica en la piel. Y aquellos pacientes que se han hecho alérgicos, ya no podrán teñirse el pelo con los tintes habituales del mercado, no podrán ser peluqueros ni trabajar en determinadas industrias», advierte el dermatólogo, autor de una tesis sobre este tinte natural. El empleo de la henna negra (así se llama la que contiene esta sustancia) está incluso prohibido para personas lampiñas. «Hay tatuadores temporales que ofrecen tatuajes de una henna que ni siquiera contiene la planta, sino tintes industriales», añade este especialista.
¿Cómo saber si están usando una henna tóxica? Cualquiera que lleve el «apellido» de negra (Black Henne), lo es. Pero además, hay que desconfiar de las Hennas roja, naranja, ayurvédica, etc. porque seguro que se les han añadido sustancias, referenciadas o no en concentración de menos del 3 por ciento. En su uso como tinte capilar son inocuas para el pelo, pero no lo son para la piel. Lo más seguro es acudir a un centro. (FUENTE: EL CORREO).

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