lunes, 28 de mayo de 2012

La fiscal eleva a asesinato el crimen de Asier Lavandera y pide 18 años de prisión.

El Ministerio Fiscal ha modificado sus peticiones en la última sesión de la vista oral por la muerte del joven guipuzcoano a la salida de una discoteca de Lekunberri en enero de 2010 y pide ahora una pena de 18 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato al concurrir "claramente" la agravante de alevosía.
En un principio, la representante del Ministerio Público solicitaba 14 años y seis meses de cárcel para el procesado por la muerte de Asier Lavandera por un delito de homicidio, pero en sus conclusiones definitivas ha elevado su calificación a asesinato al entender que el procesado, S.F.R.S., "fue a matar de una forma absolutamente sorpresiva y traicionera sin dar a la víctima posibilidad efectiva de defenderse".
"Asier no tuvo posibilidad de defenderse, el acusado se le echó encima y no pudo hacer nada. Además le atacó por la espalda cuando ya estaba herido de muerte", ha sostenido la representante del Ministerio Fiscal, quien ha incidido en que el procesado "fue a matar".
Por su parte, la acusación particular, ejercida por la familia, mantiene su pena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato con la concurrencia de "alevosía y ensañamiento", mientras que la defensa solicita dos años y seis meses de prisión por homicidio y el internamiento, con las atenuantes de confesión, embriaguez, provocación y trastorno de personalidad.
«Un conato de altercado»
En sus conclusiones definitivas, la fiscal ha dado por acreditado que el día de los hechos el acusado acudió junto a unos amigos a la discoteca de Lekunberri, donde también se encontraba la víctima. Cuando el local cerró y Lavandera se dirigía junto a unos amigos al coche se produjo "un conato de altercado" pero "no con el acusado ni con nadie vinculado a él".
Fue entonces cuando, según la fiscal, la víctima se dirigió junto a unos amigos a la zona del parking y "ahí apareció en escena el acusado". Se produjo "una especie de discusión" en la que se vieron implicados el amigo del acusado con la víctima y el procesado con el amigo de Lavandera . Este último, testigo "directo" de lo sucedido, vio cómo Asier dio un puñetazo al amigo del acusado, momento en el que el procesado sacó una navaja y la exhibió "para clavársela", según la fiscal.
El amigo de la víctima, ha relatado la fiscal, huyó y el acusado "se encontró al lado a Asier" a quien "mató, de una forma absolutamente sorpresiva y traicionera" porque la víctima "no vio la navaja que le asestó hasta cinco veces". Cuando Asier "ya estaba herido de muerte, intentó huir y se cayó, como demuestra la herida de la rodilla", ha argumentado.
En ese momento, ha proseguido la representante del Ministerio Público, el acusado "se echó encima" de la víctima y le asestó "otras dos puñaladas para matarlo por la espalda". "Asier quedó inmóvil en el suelo, inconsciente y boca abajo", ha subrayado la fiscal, para señalar que entonces fue cuando el acusado "había conseguido su propósito y huyó del lugar apresuradamente".
«Sin posibilidad de reacción»
Según ha alegado la fiscal, el joven guipuzcoano "no tuvo ninguna posibilidad de reaccionar ante el ataque del acusado" como evidencia, ha subrayado, que la víctima "no tenga ninguna herida de defensa". Además, ha incidido en que la intención del procesado era "matar" y "eso es lo que hizo, como con los primeros navajazos no le mato volvió a ir a por él".
En este sentido, la representante del Ministerio Fiscal ha resaltado que el testimonio del amigo de la víctima que se encontraba junto a él en el momento que comenzó la discusión con el acusado es una prueba "fundamental" porque fue "el único testigo directo de los hechos, el único que lo vio todo".
Ha destacado que su declaración, en la que aseguró que el acusado persiguió a la víctima después de apuñalarle una primera vez, fue "clara, sin contradicciones que afecten a lo fundamental, una "versión que también ha sido corroborada con la prueba del médico forense, que relató que los navajazos se hicieron en dos momentos diferentes".
En cuanto a las atenuantes alegadas por la defensa (confesión, embriaguez, provocación y trastorno de personalidad), la fiscal ha rechazado todas ellas al entender que las bebidas alcohólicas "no le influyeron", que confesó los hechos una vez le paró la policía y que sabía "perfectamente lo que hizo y no se arrepiente". (FUENTE: DIARIO VASCO).

No hay comentarios:

Publicar un comentario