miércoles, 2 de mayo de 2012

La familia del abogado desaparecido habilita un teléfono para posibles pistas.

La familia y amigos del abogado vizcaíno desaparecido el pasado 15 de febrero, José Javier Ezkerra Uriarte, Txetxu, han habilitado un número de teléfono móvil (628 651 288) para posibles pistas o informaciones sobre el caso. El profesional permanece en paradero desconocido desde entonces. Su todoterreno apareció calcinado aquella noche en Laukiz y junto a él, uno de sus zapatos. Días después, la Ertzaintza detuvo a dos ganaderos del Valle de Mena que habían sido clientes y con los que acababa de adquirir una finca. Txetxu comió con el mayor de los hermanos en Villasana el día de su desaparición; fue la última persona con la que estuvo. Los hermanos permanecen ingresados en la cárcel de Basauri en prisión provisional desde el pasado día 11 de marzo, pero se han negado a declarar.
El próximo sábado 5 de mayo se realizará una batida por el Valle de Mena, concretamente en los alrededores de los términos municipales de Arza, donde viven los ganaderos, y Berrandúlez, el pueblo donde se ubica el terreno, en busca del cuerpo del letrado. El lugar de encuentro para empezar la búsqueda organizada por su entorno, será en la localidad burgalesa de Artieta a las nueve de la mañana.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil colaborarán en el rastreo después de que los organizadores se hayan puesto en contacto con el capitán y el teniente del instituto armado de la zona de Medina de Pomar. Se espera que a la llamada acudan numerosos cazadores. Txetxu era un gran aficionado a la caza menor con perro y tenía muchos conocidos en ese mundo, por lo que es previsible una gran movilización.
La firma de un documento
Los impulsores de la iniciativa han pedido apoyo a la Asociación para la Defensa del Cazador y del Pescador (ADECAP), la sociedad de caza del Valle de Mena, el Club Deportivo San Juan y la Cruz Roja de Villarcayo. Además se han recibido adhesiones de particulares que conocían al abogado. «Esperamos a no menos de 80 ó 100 personas», explica uno de los organizadores.
Por su parte, el abogado que representa a la familia de Txetxu ha presentado un escrito en el juzgado solicitando medios de apoyo para el rastreo, al tratarse de una iniciativa privada.
Además, este mismo fin de semana se empezarán a repartir carteles informativos con la convocatoria de la batida para el próximo sábado día 5 de mayo. Se colocarán desde el próximo lunes en Amorebieta, localidad en la que el abogado tiene muchos familiares; en Derio, en los pueblos de la Merindad de Sotoscueva, en Villasana de Mena. También se espera la presencia de conocidos del letrado en Bilbao, donde tenía el despacho de abogados Ezkerra.
La búsqueda se realizará a pie por las zonas donde -según las señales de los móviles- se encontraban tanto el letrado como los ganaderos la tarde del 15 de febrero, en el área de influencia del repetidor de Artziniega.
La Ertzaintza sospecha que los dos hermanos acabaron con la vida de José Javier Ezkerra y que hicieron desaparecer el cadáver. Entre otras pruebas, la Policía autonómica presentó ante la juez unas muestras de sangre halladas en el mango de una azada y en el filo de un hacha encontradas en el vehículo de uno de los ganaderos y que corresponderían con el perfil genético de Txetxu. Además, las cámaras de los túneles del corredor del Kadagua grabaron a dos todoterrenos como el de la víctima y el de uno de los ganaderos circulando hacia Bizkaia aquella tarde, cuando ellos habían declarado como testigos que no se movieron del valle.
José Javier Ezkerra y sus socios habían prestado una importante cantidad de dinero a los hermanos para la adquisición de una finca de 250 hectáreas en Berrandúlez, sobre la que tenían derecho al retracto, y que el letrado quería convertir en un coto de caza con zona de ocio. Según ha podido saber este periódico, los hermanos habían firmado un documento en el que constaba que el dinero era del abogado, pero el papel desapareció. Los ertzainas creen que los hermanos se lo llevaron. Al parecer, aquel día habían quedado para volver a firmar el escrito. (FUENTE: EL CORREO).

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