El veredicto descarta que el transtorno antisocial fuera la causa del
comportamiento Rechazan las atenuantes de embriaguez y de provocación y
reconocen la confesión del hecho El juez fijará la próxima semana la
sentencia, que oscilará entre 18 y 25 años de prisión.
Culpable de asesinato con ensañamiento. El jurado popular,
compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres, puso ayer fin a la semana
de juiciodel llamado crimen de Lekunberri, en el que el joven
donostiarra Asier Lavandera murió apuñalado en la madrugada del 16 de
enero de 2010 a la salida de una discoteca en Lekunberri.
Los miembros del jurado, reunidos desde las 14.30 horas
de ayer, se decantaron de esta forma por el delito de mayor gravedad y
rechazaron las otras dos opciones contempladas también en este caso: el
homicidio y el asesinato sin agravantes. Asier Lavandera murió la
madrugada del 16 de enero de 2010 a la salida de la discoteca Mao Mao de
la localidad navarra de Lekunberri, cuando el acusado, de 23 años, le
asestó cinco puñaladas, dos de ellas en la espalda, en el transcurso de
una discusión entre dos grupos de amigos.
Ocho de sus nueve miembros consideraron que el acusado,
Sergio Fernández Ramos de Sousa, se ensañó con su víctima. Entienden que
quedó probado que el acusado «le asestó tres navajazos en un primer
momento», y en un segundo momento «otros dos navajazos aprovechándose de
que había caído al suelo y que se encontraba indefenso». Además, ven
probado, por siete votos, que el acusado «aumentó innecesariamente el
sufrimiento de la víctima». Otros dos, respondieron que este hecho no
quedó suficientemente probado.
El jurado popular consideró probado por unanimidad que el
acusado padece un trastorno antisocial de la personalidad de carácter
grave, pero entendió, también por unanimidad, que esta circunstancia
atenuante no condicionó el comportamiento del acusado.
El jurado también también rechazó las atenuantes de
embriaguez y de provocación -que el acusado hubiera recibido un puñetazo
de la víctima antes de la agresión-, y estimaron la de confesión, al
haber reconocido los hechos el joven a un guardia civil cuando era
trasladado a dependencias policiales.
Una vez leído el veredicto del jurado, recibido con
aplausos por la familia de la víctima, las partes realizaron al juez sus
propuestas de condena y, así, la fiscal, tras destacar la falta de
arrepentimiento y actitud «de frialdad» del acusado, solicitó 18 años de
prisión y una indemnización de 200.000 euros.
La acusación particular elevó la petición a 25 años de
prisión y una indemnización de 300.000 euros, mientras que la defensa,
haciendo hincapié en la atenuante de confesión, solicitó la pena mínima
para este delito: 15 años y un día de cárcel.
Respecto a responsabilidad civil, tras señalar que el
acusado es insolvente, anunció que acatarán la indemnización que se
determine en la sentencia. El caso ha quedado visto para sentencia, que
el juez anunció que hará pública la próxima semana.
«Difícil» hacer justicia
Manuel Lavandera, padre del joven aseinado, afirmó tras
conocer el veredicto que para la familia era «clave» que se calificara
la muerte de su hijo Asier como un asesinato. Acompañado de su esposa,
Edurne Lagranja, y de la abogada de la acusación particular, el padre de
la víctima declaró a los medios de comunicación que, pese a que el
jurado ha estimado que el acusado, Sergio Fernando Ramso de Sousa, es
autor de un delito de asesinato con ensañamiento, es «muy difícil» que
se haga justicia con ellos, porque «la vida de Asier valía más de 20, 25
o 100 años».
Respecto a los años de condena, aseguró que «cuanto más
le echen, mejor», pero reiteró que para la familia la calificación de
asesinato era «clave», porque «desde el principio se vio» que su hijo
«había sido asesinado». (FUENTE: EL CORREO).
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