lunes, 30 de septiembre de 2013

Conclusiones del informe "Euskadi y Drogas 2012": menos porros pero más borracheras.

Menos porros pero más borracheras y más botellón. Esa podría ser una de las conclusiones, de trazo grueso, del informe 'Euskadi y Drogas 2012', presentado ayer oficialmente en la comisión de Sanidad del Parlamento Vasco por la directora de Salud Pública y Adicciones, Miren Dorronsoro. El exhaustivo estudio, que sirve de fotografía para orientar las políticas en materia de adicciones, constata un cambio en los patrones de consumo tanto de drogas legales como ilegales, principalmente motivado por los efectos de la crisis económica.

De forma generalizada, el año pasado bajaron los consumos de alcohol, tabaco y de todas las drogas ilegales, salvo la heroína. El comportamiento observado con el alcohol es uno de los más llamativos. No hay más consumidores de alcohol habituales. De hecho desde 2006 se ha reducido «significativamente» la proporción de personas que beben todos los días, pero, en contraste con esa buena noticia, se ha abierto un nuevo frente con el repunte de consumidores excesivos (beber en un día entre 65 y 120 gramos de alcohol) y de riesgo (más de 120 gramos), tanto los días laborables como los fines de semana, con especial preocupación en el caso de los jóvenes.

Aunque parezca una contradicción con la tendencia a la baja del consumo de alcohol, entre 2010, año del último estudio, y 2012 se han producido más borracheras. Según los datos, el 2,5% de la población vasca (cerca de 40.000 personas) realiza consumos excesivos o de riesgo en los días laborables y casi el 70% no bebe alcohol entre semana. El porcentaje puede considerarse «muy elevado», alerta el informe, puesto que sólo en 1992 este tipo de bebedores superó el 2% de toda la población. En el otro extremo, el porcentaje de personas consideradas poco bebedoras se mantiene estable en torno al 8%, si bien se produce un importante incremento entre 2010 y 2012. En todo caso, el porcentaje de población que no bebe o casi no bebe entre semana se mantiene relativamente estable en torno al 90% de la población.

Las alarmas se encienden cuando llega el fin de semana. Un 11% de la población admite hacer un consumo excesivo o de riesgo, lo que equivale a unos 187.000 vascos. Entre los jóvenes de 15 a 24 años, la proporción es del 25%. Tan preocupante como la cifra es el hecho de que desde hace una década no se observaba ese volumen, «un repunte puntual» que no impide, en cualquier caso, que esta tasa se mantenga en posiciones intermedias si se observa su evolución, es decir, «alejadas de los mínimos registrados a finales de los 90 y principios de los 2000 como de los máximos registrados a principios de los 90 y a mediados de la primera década de este siglo», precisa el informe.

Una práctica semanal 
 
Los jóvenes hacen más botellón que hace dos años. El informe se limita a ofrecer un aluvión de datos, obtenidos de una encuesta a 2.007 personas de entre 15 y 74 años, y no entra a valorar las posibles causas del repunte de este fenómeno que parecía desterrado de las calles, pero los expertos ya se temían que la crisis viniera acompañada de un resurgimiento de esta práctica. Con respecto a 2010 la proporción de jóvenes que afirman hace botellón al menos una vez al mes pasa del 14,1% al 17,4%, mientras que el porcentaje que sostiene practicarlo todas o casi todas las semanas lo hace del 3,7% al 5,1%.

La evolución del consumo de tabaco no depara tantas sorpresas y continúa con su senda descendente, de forma «lenta pero gradual», señaló la directora de Salud Pública. Miren Dorronsoro se mostró firme en la lucha antitabaco y, ya en el turno de respuestas a los grupos parlamentarios, señaló que seguirán combatiendo el humo del tabaco en los espacios donde todavía tiene presencia, en concreto citó a los estadios de fútbol, donde intentarán «corregir los consumos de tabaco», a través de campañas de información y concienciación, pero no con una política sancionadora, precisaron fuentes del Departamento de Salud.

No se quitará ojo tampoco al consumo de cannabis porque, a pesar de que las tasas de consumo experimental han caído un 20% hasta niveles del año 2000, Euskadi sigue estando entre las regiones y países de la Unión Europea con mayores tasas de consumo de esta sustancia. La encuesta revela además que las sustancias ilegales como la cocaína y las anfetaminas pierden presencia en Euskadi, no así la heroína. Como contrapartida, Dorronsoro advirtió del peligro emergente de las drogas sintéticas, que se venden a través de internet o en el mercado negro, una nueva batalla que comparten todos los países de la UE.

Una de las novedades del estudio ha sido la inclusión por primera vez de datos sobre las adicciones a los juegos de azar y a internet. El 53% de los encuestados reconoce su afición a las loterías, quinielas y otras apuestas similares. El 72% utiliza internet y, de ellos, el 3% está conectado durante cinco horas o más, fuera del trabajo o del estudio. (FUENTE: EL CORREO).

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