Este tipo de violencia comienza cuando el hijo tiene 11 ó 12 años, aunque en ese momento es de menor intensidad y se tiende a "silenciar" al pensar que es un hecho puntual.
El número de chicas agresoras a sus padres en Bizkaia superó al de chicos en 2011, al sumar el 54% de los casos registrados, mientras que en 2009 las agresiones de chicos en el ámbito familiar constituían el 75% de los casos.
La jefa de la sección de Mujer de la Diputación Foral de Bizkaia, Berta Díaz Arbesú, ha ofrecido hoy datos sobre el Programa de Intervención Familiar especializado en adolescentes agresores en el ámbito doméstico, que funciona desde 2009, durante una jornada sobre violencia intrafamiliar organizada hoy por la institución foral.
Según ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación, los episodios de este tipo de violencia comienzan cuando el hijo tiene 11 ó 12 años, aunque en ese momento es de menor intensidad y se tiende a "silenciar" en la creencia de que es un hecho puntual. Pero el proceso sigue y con la edad "se afianza y crece" la violencia, y los padres desarrollan una tasa de tolerancia "cada vez mayor" hacia estas conductas, que va unida a una sensación de fracaso y culpa. "Cuando ya están absolutamente desbordados, con los hijos de 16 a 18 años, es cuando piden ayuda", ha dicho, y ha añadido que es "fundamental" una intervención a edades tempranas porque mejora el pronóstico.
El Programa de Intervención Familiar, que cubre la franja de edad de los agresores de 10 a 21 años, atendió en 2009 a veinticinco familias; en 2010, a cuarenta y ocho; y en 2011, a cincuenta y tres. Con datos de estas intervenciones, Díaz Arbesú ha resaltado que en el 100% de estos casos la agredida es la madre y que en un 34% de los casos se dedica en solitario y sin colaboración del padre a la crianza y educación de los hijos.
"No está vinculado a la marginalidad"
Los expertos clasifican el maltrato en psicológico, físico y económico. Este último consiste en utilizar a la familia como un "cajero automático", con demandas y exigencias que, en muchas ocasiones, la familia no puede cumplir por falta de medios económicos suficientes. En los tres años del programa, los casos que presentan únicamente maltrato psicológico han decrecido y han aumentado los casos en los que se combinan las tres modalidades.
Berta Díaz Arbesú ha afirmado que este tipo de violencia se da en todas las capas sociales y que no está ligada a la marginalidad, y como únicos factores que se repiten en sus autores están un rendimiento escolar bajo y el consumo de tóxicos.
Ha subrayado que no se trata de un fenómeno nuevo y que estas manifestaciones violentas han existido siempre, pero, al igual que la violencia machista, quedaban en el "contexto silencioso" de la familia, aunque en los últimos años se ha hecho visible.
Según su análisis, lo que se ha detectado en este momento es que las conductas violentas son "más graves" y ello se explica por la mayor tolerancia social ante este comportamiento y porque se ha cambiado un modelo familiar basado en roles de autoridad a otro en el que "no existe ni la figura, ni el criterio de autoridad". En el acto también ha estado presente la diputada foral vizcaína de Acción Social, Pilar Ardanza, quien ha destacado que este organismo es el único del País Vasco que ofrece este servicio. (FUENTE: AGENCIAS).
La jefa de la sección de Mujer de la Diputación Foral de Bizkaia, Berta Díaz Arbesú, ha ofrecido hoy datos sobre el Programa de Intervención Familiar especializado en adolescentes agresores en el ámbito doméstico, que funciona desde 2009, durante una jornada sobre violencia intrafamiliar organizada hoy por la institución foral.
Según ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación, los episodios de este tipo de violencia comienzan cuando el hijo tiene 11 ó 12 años, aunque en ese momento es de menor intensidad y se tiende a "silenciar" en la creencia de que es un hecho puntual. Pero el proceso sigue y con la edad "se afianza y crece" la violencia, y los padres desarrollan una tasa de tolerancia "cada vez mayor" hacia estas conductas, que va unida a una sensación de fracaso y culpa. "Cuando ya están absolutamente desbordados, con los hijos de 16 a 18 años, es cuando piden ayuda", ha dicho, y ha añadido que es "fundamental" una intervención a edades tempranas porque mejora el pronóstico.
El Programa de Intervención Familiar, que cubre la franja de edad de los agresores de 10 a 21 años, atendió en 2009 a veinticinco familias; en 2010, a cuarenta y ocho; y en 2011, a cincuenta y tres. Con datos de estas intervenciones, Díaz Arbesú ha resaltado que en el 100% de estos casos la agredida es la madre y que en un 34% de los casos se dedica en solitario y sin colaboración del padre a la crianza y educación de los hijos.
"No está vinculado a la marginalidad"
Los expertos clasifican el maltrato en psicológico, físico y económico. Este último consiste en utilizar a la familia como un "cajero automático", con demandas y exigencias que, en muchas ocasiones, la familia no puede cumplir por falta de medios económicos suficientes. En los tres años del programa, los casos que presentan únicamente maltrato psicológico han decrecido y han aumentado los casos en los que se combinan las tres modalidades.
Berta Díaz Arbesú ha afirmado que este tipo de violencia se da en todas las capas sociales y que no está ligada a la marginalidad, y como únicos factores que se repiten en sus autores están un rendimiento escolar bajo y el consumo de tóxicos.
Ha subrayado que no se trata de un fenómeno nuevo y que estas manifestaciones violentas han existido siempre, pero, al igual que la violencia machista, quedaban en el "contexto silencioso" de la familia, aunque en los últimos años se ha hecho visible.
Según su análisis, lo que se ha detectado en este momento es que las conductas violentas son "más graves" y ello se explica por la mayor tolerancia social ante este comportamiento y porque se ha cambiado un modelo familiar basado en roles de autoridad a otro en el que "no existe ni la figura, ni el criterio de autoridad". En el acto también ha estado presente la diputada foral vizcaína de Acción Social, Pilar Ardanza, quien ha destacado que este organismo es el único del País Vasco que ofrece este servicio. (FUENTE: AGENCIAS).