El vino, como cualquier otro mercado, se basa en la
existencia de un buen producto, a veces un producto magnífico, pero
también en la estrategia de marketing que se emplea para lograr que el
consumidor elija una marca determinada entre los centenares que están a
su disposición. Y hay estrategias de marketing, reconozcámoslo, que se
pasan.
Alguien en Italia, por ejemplo, tuvo la idea (está por ver si
brillante o no) de ligar sus vinos a un icono de moda: la gatita de
Hello Kitty. Si tiene niños sabrá de quién hablo. Si no, le explico que
es un dibujo animado japonés, una adorable minino hembra con un gran
lazo sobre su también adorable orejita que hace las delicias de los
niños desde mediados de los 70 en todo el mundo. Coloque usted a Hello
Kitty en el envoltorio de un buen pedazo de nada y lo vendería sin
problema en medio mundo.
Pues a algún avispado italiano se le ocurrió nada menos
que ligar la imagen de Hello Kitty a una producción de vinos. “Los vinos
Hello Kitty están producidos con pasión y amor por la familia Torti, en
la región de Lombardia (Italia)”, cuentan en la página web. Y no se limitan a etiquetar
un tinto lombardo, no. Hello Kitty es toda una gama de espumosos,
rosados con burbuja (Sweet Pink, lo llaman; ¡adorable!) y blancos y
tintos vinificados a la manera tradicional con la Pinot Noir y la
Chardonnay como uvas de referencia. Tienen incluso una edición limitada
en la que el packaging incluye un colgante de Hello Kitty con un lazo
con los colores de la bandera italiana. ¿Quién puede resistirse a eso?
La cuestión ha causado estupor y diversión a partes iguales en los foros españoles
más habituales donde se encuentran los aficionados al vino. Sobre todo,
por el curioso concepto de marketing del producto. Dado que se trata de
un vino 'normal', con alcohol... ¿A qué viene vincularlo a un dibujo
infantil? ¿A qué público se dirige un producto así? ¿A los niños, a sus
padres...? El tema daría para charlar durante toda una cena con tres
expertos en marketing, y así abrir de paso un Lady, el tinto de Hello
Kitty que se promete en la publicidad “fresco, vellutatto e armonico”,
una descripción que así en italiano queda mucho más chic, por supuesto. Y
adorable, claro.
Tanto era el debate entorno a la campaña de marketing que
hasta su distribuidor en España se vio obligado a tomar partido. “Se
trata de un producto diseñado con elegancia y refinamiento absoluto para
llamar la atención de un mundo nuevo y diferente”, explicó. Pues sí, la
atención sí que llama. Quizá reside en eso una buena campaña de
marketing, aunque el mercado vinícola en España, un país que puede
presumir de buenos vinos a precios contenidos, quizá está más preocupado
de la calidad del producto que del personaje que sale en la etiqueta.
El mismo fabricante italiano comercializa una gama de
vinos bajo la enseña del Inter de Milán, aunque esto resulta menos
extraño. A fin de cuentas, ¿qué aficionado al fútbol no ha caído nunca
en la tentación de llevarse a casa una botella con el escudo del
Athletic, el Real Madrid o el Barcelona? (FUENTE: EL CORREO).
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