Si no eres útil para tu especie, muere por ella. Ese es el mecanismo
que desarrolla una especie de termita en la Guyana Francesa, según un
estudio que se publica este viernes en la revista científica 'Science'.
La investigación, llevada a cabo en la Free University de Bruselas,
ha llegado a la conclusión de que las termitas más viejas de la especie
Neocapritermes taracua, al no ser capaces de cumplir sus obligaciones como el resto,
desarrollan un modo peculiar de defensa cuando son atacadas. Al sentir
una grave amenaza estos insectos se suicidan de un modo altruista a
través de un mecanismo que rompe sus órganos internos.
A medida que las termitas envejecen y no son capaces de desarrollar sus tareas con normalidad, despliegan cristales que producen reacciones químicas muy tóxicas.
Esto incrementa la toxicidad de la explosión. Cuando las termitas son
atacadas, el insecto estalla, segregando una sustancia venenosa que se
adhiere al cuerpo de sus enemigos, que los corroe poco a poco. Un
mecanismo suicida muy eficaz para su especie. Para los biólogos, esto
les permite "ser útiles" para su colonia.
Este método de defensa es utilizado por muchos insectos, que usan a
sus 'soldados' para defender a la especie y en un determinado caso morir
por ella. En la 'Neocapriterme Taracua', serán solo las de más edad las que desarrollen esta tarea.
Las peculiaridades de la térmita no acaban aquí. El profesor Yves
Roisin de la Free University de Bruselas explicó a BBC una de esas
particularidades: "Este es un mecanismo usual en los insectos. Sin
embargo, mientras las secreciones suelen producirse a través de
glandulas salivales, esta térmita tiene una mochila con dos cristales adheridos. Cuando la termita explota, esos cristales emiten toda su toxicidad".
Como se forman ese cristales es aún una incognita. De momento, es el único insecto que despliega este sofisticado y peculiar método de defensa.
"Hay 5 o 6 especies en este género, y esta es la única que desarrolla
esta especie mochila. Es extraño", reconoce el profesor Yves Roisin. (FUENTE: EL MUNDO).
No hay comentarios:
Publicar un comentario