Cuando no saben a quien recurrir, los adolescentes vascos
disponen de un recurso para dar una solución a ese problema que tanto
les preocupa. El teléfono de ayuda al menor, gestionado por el
Departamento vasco de Empleo y Asuntos Sociales, ha recibido desde su
puesta en marcha, hace año y medio, un total de 2.264 consultas. Es
decir, los psicólogos y educadores sociales encargados del servicio Zeuk
Esan atienden cada día, de media, a cuatro chavales con inquietudes que
versan, sobre todo, acerca de las relaciones de pareja y cuestiones de
índole sexual. «Se trata de una cifra relevante. Los menores recurren al
servicio por cuestiones a las que conceden gran importancia y cuando a
menudo han agotado otras vías de información y asesoramiento», apuntan
sus responsables.
Más de la mitad de los chavales son chicas y el 85%
tienen entre 12 y 18 años de edad. Su principal preocupación son las
relaciones afectivo-sexuales, que acaparan el 22,4% de las consultas,
relativas sobre todo a la pareja, la atracción sexual o la orientación
sobre métodos anticonceptivas. En segundo lugar, el 16,4% de las
llamadas quedaron englobadas bajo el epígrafe de 'malestar psicológico'.
Estos chavales se mostraron emocionalmente inestables, con dudas e
inseguridades sobre cuestiones como la belleza, la inteligencia o la
destreza en actividades físicas. También reclamaron ayuda psicológica
por situaciones de tristeza derivada de la ruptura con amistades, pareja
o por separaciones de seres queridos.
Las relaciones entre iguales, con otros amigos o
compañeros de clase, acapararon el 15,3% de las consultas. Cambios de
cuadrilla, sentimientos de soledad por no tener amistades o de traición,
al sentirse abandonados por amigos fueron algunas de las motivaciones
de los menores al descolgar el teléfono. «También hubo muestras de
camaradería, de chavales que pedían orientación sobre la forma de ayudas
a un amigo que atraviesa una mala situación emocional», explicaron los
responsables del servicio.
Consultas de adultos
Además de orientar a los menores de edad que se
encuentran en situación de riesgo, maltrato o vulneración de sus
derechos, el teléfono también se dirige a personas adultas que tengan
conocimiento de este tipo de situaciones. En este sentido, desde octubre
de 2010, fecha en la que se activó el servicio, se han recibido 560
consultas, más de la mitad realizadas por padres y madres. Las demandas
de los adultos han versado, fundamentalmente, sobre situaciones de
violencia y acoso entre iguales (tanto en el ámbito escolar como a
través de internet), estimación de riesgo de maltrato infantil
(negligencias) y de relaciones familiares (escaso diálogo con los hijos,
poca confianza en ellos, formas de negociar normas o discusiones).
En la actualidad, el 90,8% de las consultas se producen
vía telefónica, aunque en los últimos meses se ha apreciado un leve
incremento en el uso de internet, que ya supone el 6% de las demandas
totales. «Poco a poco, las redes sociales se van abriendo paso como
modalidad de contacto con este servicio», destacaron sus responsables. (FUENTE: EL CORRREO).
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