
Según la letrada, uno de sus clientes se reunió con el
desaparecido en un despacho notarial y almorzó con él en un restaurante
horas antes de que se perdiera su pista. Al parecer, el profesional de
Mungia respondió a una llamada telefónica en el transcurso de la comida,
«aunque no especificó con quién ni de qué hablaba, y posteriormente no
acudió a una cita que había concertado en Bilbao». Aquella misma noche
su todoterreno 'Toyota Land Cruiser' apareció calcinado junto a un
zapato de su propiedad cerca del cementerio de Laukiz, en un lugar
próximo a la urbanización La Bilbaína, donde residía con su mujer e
hijos. Vecinos de la zona también declararon que, en torno a la misma
hora, escucharon unos ruidos que «podrían haber sido disparos».
«Se enteraron por terceros»
Según la defensa de los ganaderos, «mis clientes se
enteraron de la desaparición del abogado a través de una tercera
persona». La esposa del letrado habría llamado a un conocido común de su
marido y de los sospechosos para preguntar por él cuando éste no
regresó a casa. «Han colaborado con la Policía en todo momento y han
detallado dónde estuvieron aquella tarde», reiteró la abogada de los
arrestados, para añadir que cuando se perdió la pista del letrado «ellos
realizaban sus labores habituales» y que «después acudieron a un bar
del municipio que frecuentan».
Aunque no quiso pronunciarse sobre si sus defendidos
tienen antecedentes penales, señaló que, «si así fuera, no serían
relevantes». La defensa manifestó también que los hermanos «no tienen
negocios al margen de la ganadería» y rechazó categóricamente su
vinculación con el suceso. «No han tenido absolutamente nada que ver con
la desaparición del abogado y se trata sólo de una línea más de
investigación en el caso», enfatizó. (FUENTE: EL CORREO).
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