En rueda de prensa, el inspector de los Mossos d'Esquadra Ramon
Grasa, jefe del área de investigación criminal, ha explicado que la red
disponía de un laboratorio en Santa Eulàlia de Ronana (Barcelona), donde
se ha intervenido material a punto para poder falsificar un millón de
títulos del transporte público de Barcelona.
Según los Mossos, la calidad de la falsificación era tan buena
que los responsables de la Autoridad del Transporte Metropolitano de
Barcelona (ATM) decidieron avanzar la instalación de un holograma
personalizado en los billetes.
Ante esta situación, la red ahora desarticulada intentó traer
los hologramas desde India y, paralelamente, decidió abrirse nuevos
mercados y empezó a falsificar títulos de transporte público de Madrid,
aunque los Mossos les detuvieron antes de que pudieran empezar a
distribuir los billetes en la capital española.
En Barcelona, la red distribuía los títulos falsificados tanto
a través de una cuarentena de estancos y quioscos -cuyos propietarios
desconocían su procedencia ilícita-, como de redes de amistades, que
iban corriendo la voz, ya que se vendían los títulos al por menor a un
precio inferior, ya que la T-10 se podía adquirir a seis o siete euros,
frente a los 9,25 euros del billete legal actual.
La organización funcionaba como una empresa, ya que el
cabecilla, de origen búlgaro, era quien se encargaba de la logística,
mientras que sus dos hombres de confianza, también búlgaros, hacían las
falsificaciones, utilizando una máquina artesanal.
Una vez hechas las falsificaciones, tres comerciales se
encargaban de buscar estancos y quioscos en los que colocar el género y
de propiciar las ventas a pie de calle.
El jefe de la red, que ya ha ingresado en prisión por orden
judicial, al igual que otros cinco de los diez detenidos, tenía
antecedentes porque en 2009 fue detenido con 4.000 euros falsos.
Pese a lo sofisticado de la maquinaria empleada, uno de los
puntos débiles de las falsificaciones era la impresión del billete, que
se hacía con una impresora doméstica.
La investigación, que se inició en marzo del pasado año
después de que la ATM detectó un aumento de billetes falsificados de
alta calidad, culminó con el registro en las casas de los detenidos en
Santa Eulàlia, Sitges, Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y Barcelona.
Además de empezar a falsificar billetes del metro de Madrid -donde se ha
identificado a una persona que los iba a distribuir-, la red también
disponía de títulos de transporte público parisino, por lo que los
Mossos sospechan que también querían extenderse a la capital francesa. (FUENTE: DEIA).
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