martes, 29 de abril de 2014

La inspectora Lizana, pesadilla de los fugitivos.

El móvil de Olga Lizana (Toledo, 1973) esconde una extraña galería: imágenes de matones hipermusculados con las manos atadas a la espalda, fichas policiales y vídeos de detenciones en chalets de lujo. "Mira, esta es la foto que nos envió en su día la Policía británica. Parece el típico gordito feliz, ¿verdad? Pues aquí le tienes en esta otra actual, se ha convertido en un experto en vale tudo (una modalidad de combate procedente de Brasil), me da una hostia y me difumina. Cualquiera le reconoce, por eso digo siempre que necesitamos las huellas. El tío tenía tanta masa muscular que tuvimos que ponerle dos grilletes unidos, porque con uno solo no podía juntar los brazos". 

Habla del narcotraficante británico Mark Alan Lilley, uno de los fugitivos más buscados por la Policía de su país, donde fue condenado a 24 años de prisión.
Pero no fueron los ingleses, sino la imponente Lizana, una de las pocas mujeres al mando de una unidad policial de élite, quien lo pilló en Torremolinos (Málaga). El tipo se había construido una casa con 'habitación del pánico', donde se escondió. Sin éxito. Si alguien se imagina a una inspectora repasando expedientes y sentada en su despacho, que se olvide. Cuando desgrana detalles de las detenciones, a Lizana le brillan los ojos, la única parte de su cuerpo que la delata: "Entramos y estuvimos 50 minutos buscándolo. Sabíamos que no había salido porque teníamos un helicóptero vigilando. La novia estaba durmiendo y había unos pantalones en la ducha, que seguía mojada, así que tenía que estar allí. Al final, en el vestidor, nos dimos cuenta de que había un panel falso. Estaba dentro de la 'habitación del pánico' y seguía nuestros movimientos a través de un circuito de televisión. Le dijimos 'o sales o tiramos la pared'. Salió, claro. De ahí a comisaría y después a la Audiencia Nacional. Los británicos mandaron después un avión militar para llevárselo, porque a este no le puedes meter en una nave comercial, con la fuerza que tiene, te la arma en pleno vuelo". 

A Lizana le ayudan los doce agentes del Grupo de Localización de Fugitivos Internacionales de la Policía Nacional. Están bajo el mando de esta inspectora desde 2010. Antes pasó ocho años en San Sebastián, cinco de ellos en la lucha contra el terrorismo y tres como jefa de escoltas. Atiende a este periódico en el complejo policial de Canillas, en Madrid, atenta a su última captura, que acaba de tener lugar en la capital: un mexicano buscado por estafa que la espera en su despacho acompañado de su abogado. 

"Un fugitivo es toda persona que haya cometido un delito y no esté localizada. En nuestro caso, el grupo de internacionales, nos ocupamos de criminales que han infringido la ley en su país y de españoles que lo han hecho en el extranjero, todos ellos con órdenes de búsqueda y captura y que pueden encontrarse en España". Aquí no cuentan con la ayuda de esos carteles de 'reward' (recompensa) típicos de EE UU. "Nunca damos dinero. La gente colabora con nosotros desinteresadamente. Está mal que yo lo diga, pero estamos entre las mejores Policías del mundo. Ahí están los resultados".
¿Cuáles son? En lo que va de año el grupo que ella lidera ha apresado 112 fugitivos; en 2013 fueron 275; en 2012, llegaron a 335. La Policía británica la ha condecorado tres veces; la francesa la ha considerado merecedora de su Medalla de Honor. Evidentemente, comparte estas distinciones con su gente. 

Es más famosa fuera que dentro de nuestras fronteras; en enero protagonizó un reportaje a doble página en el periódico 'The Times', donde la apodaban 'El azote de los gánsteres británicos'; llevaba por título 'La Sarah Lund española limpia la Costa del Crimen' (Sarah Lund es la protagonista de una serie policiaca danesa de culto en el Reino Unido, 'The Killing'). En España ahora empiezan a conocerse su cara y sus logros. Y eso que su trabajo queda reflejado, día sí día también, en las páginas de los periódicos: solo en la última semana de marzo, su grupo detuvo a un pederasta británico que abusó de una niña de 5 años; a un español buscado en Alemania por agredir sexualmente a la hija de 8 años de su pareja, y a un rumano por violar a una mujer y a una menor.

"Vive por y para su trabajo"

Aquel artículo en 'The Times' resultó ser una especie de agradecimiento explícito del Reino Unido a esta policía. Queda patente en frases como esta:"El flujo constante a España de delincuentes británicos no ha cesado durante los últimos 30 años. Pero eso fue hasta que llegó Lizana", que "vive por y para su trabajo". Aquí tenemos una colonia de 800.000 súbditos de Isabel II. "Así que para cualquier fugitivo de ese país resulta muy fácil llegar y esconderse", explica Lizana. 

Así las cosas, al menos en el Reino Unido va camino de convertirse en una leyenda, alimentada sin duda por la seguridad que desprende cuando habla: frente a frente, parece capaz de desarmar a cualquiera que vaya con intenciones de saltarse la Ley. Como Andrew Terence Moran, también británico, a quien detuvo el año pasado en la localidad alicantina de Calpe. Era uno de los más buscados en su país desde 2007 por asaltar en grupo un furgón que transportaba la recaudación de un supermercado. Iban armados con un revólver, un bate de béisbol y un machete. En el juicio, celebrado en Londres, se le decretó prisión preventiva, pero cuando escuchó el veredicto, atacó a un agente, saltó del banquillo y burló la vigilancia. Hasta que se topó con Lizana: "Le quisimos detener en noviembre de 2012 -recuerda la inspectora-, pero cuando lo intentamos se llevó nuestros coches por delante (ella conducía uno de ellos), cogió la rotonda y se incorporó en sentido contrario en un todoterreno a 180 por hora, y ahí ya evidentemente no pudimos seguirle. Registramos su casa en Murcia, donde le quité un machete. Pero escapó. Y le volví a encontrar en Calpe. Ya tenía otro machete y dormía con él bajo la almohada". Solo por estos delitos cometidos en España le han caído seis años y medio. Y luego deberá responder en su país.

Parecen poco los 2.500 euros que gana al mes por estar fuera de casa cuarenta semanas al año, con jornadas de sol a sol, y después de todos los reconocimientos internacionales que se ha ganado en solo tres años al frente de este grupo. Aunque ella no se queja. "Tal como están las cosas... Tengo preparado un kit de supervivencia para salir de viaje en cualquier momento, porque soy como Willy Fog, no tengo mucha previsión de vida. Cuando bajo a Málaga no es para pillar a un tío, a no ser que sea muy importante, sino a tres o cuatro de golpe. Voy con un compañero revisando domicilios, bares... Luego me llaman y me dicen que tengo que parar en Madrid y seguir a Barcelona". En el foro en internet de la Policía Nacional, hablaban del artículo británico, felicitando a Lizana y a sus compañeros de grupo. La mayoría aluden al sueldo. Alguien identificado como 'Frankcme, subdirector general', resumía así el sentir general: "2.500 euros para un inspector de Policía es una miseria". Otro, llamado 'Sebastián, inspector jefe', se pregunta, parece que con cierto interés personal: "¿Está casada?". No, no tiene pareja ni hijos. "Cualquiera no aguanta esto", dice Lizana con un pitillo. 

De Rumanía y Polonia vienen gran parte de las órdenes de busca. "Pero la nacionalidad no tiene mucho que ver -matiza-. Estos dos países emiten órdenes por cualquier cosa, hasta por coger un paquete de tabaco de un bar. Los alemanes tienen delitos de dinero, estafas, impago de impuestos y están en Mallorca; no son violentos. A los británicos los buscamos por homicidios, droga, atentar contra la libertad sexual y contra menores....". 

El polaco de la gallina

Y cuenta la historia del polaco: "Había robado en su país ¡dos zapatos y una gallina! Llevaba cuatro años aquí y tuvimos que detenerle. Hablaba español perfectamente, y me dice: 'Tenía hambre y frío y robé la gallina y las botas'. No podemos entrar en casos particulares, hacemos nuestro trabajo y el juez verá si lo entrega a Polonia. Procuramos no tener empatía. Vienen y te cuentan tragedias reales. Ahora hay sudamericanos que se entregan en comisaría, vienen con la maleta. Te dicen que la cosa está tan mal que quieren volver a su país y no pueden". 

'Sebastián, inspector jefe' resume en el citado foro la esencia de Lizana: "Lo peor que hay es que una mujer policía te pise los talones". Coincide con la advertencia que lanza esta agente de armas tomar: "España ya no es un paraíso para los delincuentes. Les envío este mensaje: por mucho que te camufles, te vamos a encontrar".

Es difícil esconderse de usted...

Los delincuentes también tienen familia, fechas señaladas. Puede haber llamadas, vuelos... Hay que esperar a que cometa el error. Si llevas años buscando a un británico y de repente sus padres viajan a España...

Ni aunque haya pasado el tiempo pueden estar tranquilos.

Es complicado, los delitos prescriben. Pero hay casos antiguos que se han denunciado con años de retraso. Tuvimos a un español al que imputaban en el Reino Unido catorce delitos de violación. El tío tenía un quiosquito de chuches en los 80, pero nadie denunció entonces. Lo hizo una niña al cumplir los 18, y de la investigación salieron más víctimas. Él vivía ya en España, eran casos de hace veinte años. Pero le pillamos. 

Muchos ni siquiera habían oído hablar de él hasta el momento de su detención, pero Joaquín Guzmán Loera, el 'Chapo' Guzmán, era 'el delincuente más buscado del mundo'. Y al fin estaba entre rejas. ¿Pero era real ese calificativo? ¿Este mexicano por el que se ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares era la persona más perseguida de la Tierra? La respuesta no es tan fácil. Hay muchas listas, depende del país y del delito.

Tenía loca a la Policía de EE UU, donde lo habían bautizado como el narco más poderoso, pero ni siquiera figuraba en el catálogo del departamento de Justicia. "El 'Chapo' no aparece entre los diez más buscados del FBI porque la agencia antidrogas (DEA) es la organización que realiza las investigaciones por los crímenes de ese fugitivo", explicaron los federales. También encabezaba la elaborada por la revista 'Forbes' en 2011, que no ha sido renovada desde entonces. Cuando mataron a Osama bin Laden, el 'Chapo' Guzmán, que ocupaba el segundo puesto, subió peldaño. Este ranking se elaboró consultando a distintas agencias policiales y mezclaba todo tipo de delitos, desde terrorismo a narcotráfico.

El FBI cuenta con varias listas, una exclusiva para los diez terroristas más buscados, y otra similar para delincuentes con todo tipo de crímenes a sus espaldas. Además, elabora otras más exclusivas, ya sin la coletilla de 'los más buscados', con personas perseguidas por pederastas, con otras que han cometido delitos excepcionalmente violentos o secuestros... Y todo ello haciendo un llamamiento explícito a los ciudadanos: 'Sé parte de la solución'. Hay, además, un importante aliciente añadido que no se da en nuestro país: "En algunos casos se ofrecen recompensas", informan. La Interpol -la mayor organización de policía internacional, con 190 países miembros- tiene las llamadas 'notificaciones rojas', personas a las que busca por distintos causas; en estos momentos, su web recoge foto e información de 307 criminales a los que se persigue en EE UU. Además, un mapa mundial detalla quiénes son los delincuentes reclamados. En España hay 29 'notificaciones rojas'. 

En Gran Bretaña funciona muy bien 'Crime Stoppers', una organización independiente. Agradecen los donativos y ofrecen en estos momentos información para ayudar a localizar a 535 malhechores. Porque evidentemente se trata de que los ciudadanos puedan reconocer a los criminales y ayudar a capturarlos. Tienen su propia versión española, 'Operación Captura', para los británicos escondidos aquí.

Los más buscados por Lizana

En nuestro país, el Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional elabora también su catálogo. El año pasado sacaron trece fotos. "Quisimos hacer una especie de juego con los 13 más buscados de 2013", explica Olga Lizana. Para ella, el 'Chapo' Guzmán no era el más buscado porque sencillamente no se encontraba por aquí. 

Este año, los elegidos por la Policía Nacional son los diez que aparecen sobre estas líneas, cinco españoles, dos británicos, un albanés, un alemán y una colombiana a los que se persigue por distintos delitos de homicidio, drogas o robo con violencia. "Aunque no sean exactamente los más buscados -aclara la inspectora-. No voy a sacar la foto del tío al que le estoy pisando los talones para que se entere. Sacamos a aquellos de los que no tenemos pistas". Uno de ellos ya ha sido detenido, Julio González Rubio, buscado por homicidio, se entregó en febrero en Valladolid. Quizá en esta decisión pesó el saberse perseguido por la incansable Lizana.

LOS CASOS MÁS SONADOS DE LIZANA

(FUENTE: EL CORREO).


No hay comentarios:

Publicar un comentario