El móvil de Olga Lizana (Toledo, 1973) esconde una extraña
galería: imágenes de matones hipermusculados con las manos atadas a la
espalda, fichas policiales y vídeos de detenciones en chalets de lujo.
"Mira, esta es la foto que nos envió en su día la Policía británica.
Parece el típico gordito feliz, ¿verdad? Pues aquí le tienes en esta
otra actual, se ha convertido en un experto en vale tudo (una modalidad
de combate procedente de Brasil), me da una hostia y me difumina.
Cualquiera le reconoce, por eso digo siempre que necesitamos las
huellas. El tío tenía tanta masa muscular que tuvimos que ponerle dos
grilletes unidos, porque con uno solo no podía juntar los brazos".
Habla
del narcotraficante británico Mark Alan Lilley, uno de los fugitivos
más buscados por la Policía de su país, donde fue condenado a 24 años de
prisión.
Pero no fueron los ingleses, sino la imponente Lizana, una
de las pocas mujeres al mando de una unidad policial de élite, quien lo
pilló en Torremolinos (Málaga). El tipo se había construido una casa con
'habitación del pánico', donde se escondió. Sin éxito. Si alguien se
imagina a una inspectora repasando expedientes y sentada en su despacho,
que se olvide. Cuando desgrana detalles de las detenciones, a Lizana le
brillan los ojos, la única parte de su cuerpo que la delata: "Entramos y
estuvimos 50 minutos buscándolo. Sabíamos que no había salido porque
teníamos un helicóptero vigilando. La novia estaba durmiendo y había
unos pantalones en la ducha, que seguía mojada, así que tenía que estar
allí. Al final, en el vestidor, nos dimos cuenta de que había un panel
falso. Estaba dentro de la 'habitación del pánico' y seguía nuestros
movimientos a través de un circuito de televisión. Le dijimos 'o sales o
tiramos la pared'. Salió, claro. De ahí a comisaría y después a la
Audiencia Nacional. Los británicos mandaron después un avión militar
para llevárselo, porque a este no le puedes meter en una nave comercial,
con la fuerza que tiene, te la arma en pleno vuelo".
A Lizana le ayudan los doce agentes del Grupo de
Localización de Fugitivos Internacionales de la Policía Nacional. Están
bajo el mando de esta inspectora desde 2010. Antes pasó ocho años en San
Sebastián, cinco de ellos en la lucha contra el terrorismo y tres como
jefa de escoltas. Atiende a este periódico en el complejo policial de
Canillas, en Madrid, atenta a su última captura, que acaba de tener
lugar en la capital: un mexicano buscado por estafa que la espera en su
despacho acompañado de su abogado.
"Un fugitivo es toda persona que haya cometido un delito y
no esté localizada. En nuestro caso, el grupo de internacionales, nos
ocupamos de criminales que han infringido la ley en su país y de
españoles que lo han hecho en el extranjero, todos ellos con órdenes de
búsqueda y captura y que pueden encontrarse en España". Aquí no cuentan
con la ayuda de esos carteles de 'reward' (recompensa) típicos de EE UU.
"Nunca damos dinero. La gente colabora con nosotros desinteresadamente.
Está mal que yo lo diga, pero estamos entre las mejores Policías del
mundo. Ahí están los resultados".
¿Cuáles son? En lo que va de año el grupo que ella lidera
ha apresado 112 fugitivos; en 2013 fueron 275; en 2012, llegaron a 335.
La Policía británica la ha condecorado tres veces; la francesa la ha
considerado merecedora de su Medalla de Honor. Evidentemente, comparte
estas distinciones con su gente.
Es más famosa fuera que dentro de
nuestras fronteras; en enero protagonizó un reportaje a doble página en
el periódico 'The Times', donde la apodaban 'El azote de los gánsteres
británicos'; llevaba por título 'La Sarah Lund española limpia la Costa
del Crimen' (Sarah Lund es la protagonista de una serie policiaca danesa
de culto en el Reino Unido, 'The Killing'). En España ahora empiezan a
conocerse su cara y sus logros. Y eso que su trabajo queda reflejado,
día sí día también, en las páginas de los periódicos: solo en la última
semana de marzo, su grupo detuvo a un pederasta británico que abusó de
una niña de 5 años; a un español buscado en Alemania por agredir
sexualmente a la hija de 8 años de su pareja, y a un rumano por violar a
una mujer y a una menor.
"Vive por y para su trabajo"
Aquel artículo en 'The Times' resultó ser una especie de
agradecimiento explícito del Reino Unido a esta policía. Queda patente
en frases como esta:"El flujo constante a España de delincuentes
británicos no ha cesado durante los últimos 30 años. Pero eso fue hasta
que llegó Lizana", que "vive por y para su trabajo". Aquí tenemos una
colonia de 800.000 súbditos de Isabel II. "Así que para cualquier
fugitivo de ese país resulta muy fácil llegar y esconderse", explica
Lizana.
Así las cosas, al menos en el Reino Unido va camino de
convertirse en una leyenda, alimentada sin duda por la seguridad que
desprende cuando habla: frente a frente, parece capaz de desarmar a
cualquiera que vaya con intenciones de saltarse la Ley. Como Andrew
Terence Moran, también británico, a quien detuvo el año pasado en la
localidad alicantina de Calpe. Era uno de los más buscados en su país
desde 2007 por asaltar en grupo un furgón que transportaba la
recaudación de un supermercado. Iban armados con un revólver, un bate de
béisbol y un machete. En el juicio, celebrado en Londres, se le decretó
prisión preventiva, pero cuando escuchó el veredicto, atacó a un
agente, saltó del banquillo y burló la vigilancia. Hasta que se topó con
Lizana: "Le quisimos detener en noviembre de 2012 -recuerda la
inspectora-, pero cuando lo intentamos se llevó nuestros coches por
delante (ella conducía uno de ellos), cogió la rotonda y se incorporó en
sentido contrario en un todoterreno a 180 por hora, y ahí ya
evidentemente no pudimos seguirle. Registramos su casa en Murcia, donde
le quité un machete. Pero escapó. Y le volví a encontrar en Calpe. Ya
tenía otro machete y dormía con él bajo la almohada". Solo por estos
delitos cometidos en España le han caído seis años y medio. Y luego
deberá responder en su país.
Parecen poco los 2.500 euros que gana al mes por estar
fuera de casa cuarenta semanas al año, con jornadas de sol a sol, y
después de todos los reconocimientos internacionales que se ha ganado en
solo tres años al frente de este grupo. Aunque ella no se queja. "Tal
como están las cosas... Tengo preparado un kit de supervivencia para
salir de viaje en cualquier momento, porque soy como Willy Fog, no tengo
mucha previsión de vida. Cuando bajo a Málaga no es para pillar a un
tío, a no ser que sea muy importante, sino a tres o cuatro de golpe. Voy
con un compañero revisando domicilios, bares... Luego me llaman y me
dicen que tengo que parar en Madrid y seguir a Barcelona". En el foro en
internet de la Policía Nacional, hablaban del artículo británico,
felicitando a Lizana y a sus compañeros de grupo. La mayoría aluden al
sueldo. Alguien identificado como 'Frankcme, subdirector general',
resumía así el sentir general: "2.500 euros para un inspector de Policía
es una miseria". Otro, llamado 'Sebastián, inspector jefe', se
pregunta, parece que con cierto interés personal: "¿Está casada?". No,
no tiene pareja ni hijos. "Cualquiera no aguanta esto", dice Lizana con
un pitillo.
De Rumanía y Polonia vienen gran parte de las órdenes de
busca. "Pero la nacionalidad no tiene mucho que ver -matiza-. Estos dos
países emiten órdenes por cualquier cosa, hasta por coger un paquete de
tabaco de un bar. Los alemanes tienen delitos de dinero, estafas, impago
de impuestos y están en Mallorca; no son violentos. A los británicos
los buscamos por homicidios, droga, atentar contra la libertad sexual y
contra menores....".
El polaco de la gallina
Y cuenta la historia del polaco: "Había robado en su país
¡dos zapatos y una gallina! Llevaba cuatro años aquí y tuvimos que
detenerle. Hablaba español perfectamente, y me dice: 'Tenía hambre y
frío y robé la gallina y las botas'. No podemos entrar en casos
particulares, hacemos nuestro trabajo y el juez verá si lo entrega a
Polonia. Procuramos no tener empatía. Vienen y te cuentan tragedias
reales. Ahora hay sudamericanos que se entregan en comisaría, vienen con
la maleta. Te dicen que la cosa está tan mal que quieren volver a su
país y no pueden".
'Sebastián, inspector jefe' resume en el citado foro la
esencia de Lizana: "Lo peor que hay es que una mujer policía te pise los
talones". Coincide con la advertencia que lanza esta agente de armas
tomar: "España ya no es un paraíso para los delincuentes. Les envío este
mensaje: por mucho que te camufles, te vamos a encontrar".
Es difícil esconderse de usted...
Los delincuentes también tienen familia, fechas señaladas.
Puede haber llamadas, vuelos... Hay que esperar a que cometa el error.
Si llevas años buscando a un británico y de repente sus padres viajan a
España...
Ni aunque haya pasado el tiempo pueden estar tranquilos.
Es complicado, los delitos prescriben. Pero hay casos
antiguos que se han denunciado con años de retraso. Tuvimos a un español
al que imputaban en el Reino Unido catorce delitos de violación. El tío
tenía un quiosquito de chuches en los 80, pero nadie denunció entonces.
Lo hizo una niña al cumplir los 18, y de la investigación salieron más
víctimas. Él vivía ya en España, eran casos de hace veinte años. Pero le
pillamos.
Muchos ni siquiera habían oído hablar de él hasta el
momento de su detención, pero Joaquín Guzmán Loera, el 'Chapo' Guzmán,
era 'el delincuente más buscado del mundo'. Y al fin estaba entre rejas.
¿Pero era real ese calificativo? ¿Este mexicano por el que se ofrecía
una recompensa de cinco millones de dólares era la persona más
perseguida de la Tierra? La respuesta no es tan fácil. Hay muchas
listas, depende del país y del delito.
Tenía loca a la Policía de EE UU, donde lo habían bautizado
como el narco más poderoso, pero ni siquiera figuraba en el catálogo
del departamento de Justicia. "El 'Chapo' no aparece entre los diez más
buscados del FBI porque la agencia antidrogas (DEA) es la organización
que realiza las investigaciones por los crímenes de ese fugitivo",
explicaron los federales. También encabezaba la elaborada por la revista
'Forbes' en 2011, que no ha sido renovada desde entonces. Cuando
mataron a Osama bin Laden, el 'Chapo' Guzmán, que ocupaba el segundo
puesto, subió peldaño. Este ranking se elaboró consultando a distintas
agencias policiales y mezclaba todo tipo de delitos, desde terrorismo a
narcotráfico.
El FBI cuenta con varias listas, una exclusiva para los
diez terroristas más buscados, y otra similar para delincuentes con todo
tipo de crímenes a sus espaldas. Además, elabora otras más exclusivas,
ya sin la coletilla de 'los más buscados', con personas perseguidas por
pederastas, con otras que han cometido delitos excepcionalmente
violentos o secuestros... Y todo ello haciendo un llamamiento explícito a
los ciudadanos: 'Sé parte de la solución'. Hay, además, un importante
aliciente añadido que no se da en nuestro país: "En algunos casos se
ofrecen recompensas", informan. La Interpol -la mayor organización de policía
internacional, con 190 países miembros- tiene las llamadas
'notificaciones rojas', personas a las que busca por distintos causas;
en estos momentos, su web recoge foto e información de 307 criminales a
los que se persigue en EE UU. Además, un mapa mundial detalla quiénes
son los delincuentes reclamados. En España hay 29 'notificaciones
rojas'.
En Gran Bretaña funciona muy bien 'Crime Stoppers', una
organización independiente. Agradecen los donativos y ofrecen en estos
momentos información para ayudar a localizar a 535 malhechores. Porque
evidentemente se trata de que los ciudadanos puedan reconocer a los
criminales y ayudar a capturarlos. Tienen su propia versión española,
'Operación Captura', para los británicos escondidos aquí.
Los más buscados por Lizana
En nuestro país, el Grupo de Fugitivos de la Policía
Nacional elabora también su catálogo. El año pasado sacaron trece fotos.
"Quisimos hacer una especie de juego con los 13 más buscados de 2013",
explica Olga Lizana. Para ella, el 'Chapo' Guzmán no era el más buscado
porque sencillamente no se encontraba por aquí.
Este año, los elegidos por la Policía Nacional son los diez
que aparecen sobre estas líneas, cinco españoles, dos británicos, un
albanés, un alemán y una colombiana a los que se persigue por distintos
delitos de homicidio, drogas o robo con violencia. "Aunque no sean
exactamente los más buscados -aclara la inspectora-. No voy a sacar la
foto del tío al que le estoy pisando los talones para que se entere.
Sacamos a aquellos de los que no tenemos pistas". Uno de ellos ya ha
sido detenido, Julio González Rubio, buscado por homicidio, se entregó
en febrero en Valladolid. Quizá en esta decisión pesó el saberse
perseguido por la incansable Lizana.
LOS CASOS MÁS SONADOS DE LIZANA
Por delitos y nacionalidades...
De los 275 fugitivos detenidos por
este grupo el año pasado, 70 estaban relacionados con el tráfico de
drogas; 61 permanecían en búsqueda y captura por estafa; 55 habían
atentado contra la propiedad; 24 eran homicidas o estaban acusados por
lesiones; 16 tenían un largo currículum de agresiones sexuales... Por
nacionalidades, 45 eran rumanos,35 británicos, 27 italianos, 22
franceses y 21 alemanes.
Andrew Terence Moran. Inglés. Robo y evasión.
Figuraba entre los británicos más
buscados en España por haber participado en un robo a mano armada en
2005 y por evadirse cuatro años después durante un juicio. LIzana lo
detuvo en su chalet de Calpe mientras tomaba el sol.
Ioan Clamparu 'Cabeza de cerdo'. Proxeneta rumano
En 2011, el grupo de Fugitivos
localizó y acorraló a este rumano al que llevaban una década
persiguiendo. La presión le obligó a entregarse. Estaba condenado en su
país a 13 años por tráfico de mujeres, prostitución forzosa y blanqueo.
Javier Martín-Artajo. Español, delito fiscal
Le buscaban por el pufo de 4.700
millones de euros de JP Morgan. Pertenece a una familia ‘bien’ y Lizana
convenció a sus padres de que lo mejor era entregarse si no querían
escándalos. Le hicieron caso.
Mark Allen Lilley. Narcotraficante inglés
Este británico fue detenido después
de que se escondiera en una ‘habitación del pánico’ que se había
construido en su casa de Alahurín de la Torre, en Málaga. Había sido
condenado en 2000 a 24 años de prisión.
Francis Paul Cullen. Cura irlandés pederasta
Este sacerdote irlandés abusó
sexualmente de tres niños monaguillos entre 1955 y 1991 en centros
religiosos e iglesias del Reino Unido. Fue localizado en Tenerife. Tenía
85 años y estaba irreconocible.
(FUENTE: EL CORREO).