Joanna Dennehy, de 31 años, salía
dispuesta a matar, con un ansia de sangre y una crueldad escalofriante.
Se movía en coche con su cómplice, Gary Strech, y cuando posaba sus ojos
sobre alguna persona que estuviese paseando despreocupadamente a su
perro, caía sobre ella con una furia animal y la apuñalaba con saña.
Así
mató a tres hombres en el Reino Unido el año pasado e hirió a otros
dos, a los que dejó con un hilo de vida, tirados en plena calle. A uno
de ellos hasta le robó la aterrorizada mascota, en un alarde de
desprecio y humillación sin límites. Estos crímenes conmocionaron al
país por su arbitrariedad y su sangre fría. Pero, cuando ya parecía que
nada podía causar ya más repugnancia a la opinión pública, en el juicio
contra esta psicópata de manual se ha visto que sí, que el horror podía
llegar más allá. En una de las sesiones, celebrada recientemente en
Cambridge, la Policía ha aportado unas fotos de Joanna animándose a sí
misma antes de uno de sus baños de sangre. En unas posa con un enorme
cuchillo -que no es el que luego usaba para matar- y saca la lengua, en
actitud ofensiva, y en otras se la ve mostrando el abdomen -lleno de
cicatrices de autolesiones- y la ropa interior, muy contenta. En este
macabro álbum también sale el compinche de su locura asesina. Mientras
se dejaba fotografiar, pedía "más diversión", tal y como recoge el
periódico 'The Mirror'.
La chica tenía en Gary Strech a un
cómplice ideal. Aunque él se define como un "ladrón normal y corriente",
lo ierto es que le servía de chófer y que la ayudaba a echar los
cadáveres en una fosa de Cambridgeshire. Además, era comprensivo con
ella, aunque él mismo era consciente de que a su compañera de correrías
se le iba mucho la mano, certeza a la que llegó cuando, por ejemplo, la
encontró comiéndose un sandwich junto al cuerpo sin vida y totalmente
ensangrentado de una de las personas que tuvo la mala fortuna de toparse
con ella. El jurado, a raíz de las fotos y de los nuevos detalles que
van surgiendo, está horrorizado. Aunque Joanna no parece estar demasiado
preocupada. De hecho, como ella le advirtió en alguna ocasión a Strech,
estaba claro que pronto les cogerían y que pasarían "una larga
temporada en prisión", aunque ella hubiese preferido terminar como los
famosos criminales americanos Bonnie y Clyde, abatidos por la Policía
antes de pagar sus deudas con la Justicia. (FUENTE: EL CORREO).
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