marítima han logrado una fuerte
reducción de los asaltos y secuestros de buques. En el Índico, el
despliegue militar naval con importante presencia española -una fragata,
un patrullero de altura y un avión de vigilancia-unido a la presencia
de agentes privados armados en los barcos y la aplicación de otras
medidas de seguridad en las rutas han conseguido disminuir de forma
drástica las agresiones.
Las cifras son muy elocuentes: según la Oficina
Marítima Internacional los ataques frente a las costas de Somalia en
2012 habrían sido 75 frente a los 237 de 2011. En la actividad mundial,
la piratería retrocedió un 32% en 2012.Si bien la reducción es más que apreciable en Somalia y
golfo de Adén, los ataques crecen en otros lugares del mundo como
Indonesia, con 81 denuncias en 2012, y en una zona de interés preferente
para España: el oeste de África. De estas costas proceden el 25% del
gas y el 10% del petróleo que importa nuestro país. Son especialmente
peligrosas las aguas próximas al golfo de Guinea (58 ataques), Nigeria
(27), Togo (15), Costa de Marfil (5) y Benín (2).
Frente a las costas de de Togo fue secuestrado en
septiembre de 2011 el petróleo de bandera chipriota pero de compañía
armadora española, Mattheos I. Fue liberado once días después de que los
piratas se apropiasen de las 7.500 toneladas de gasoil que transportaba
para venderlo en el próspero mercado negro de la zona.
Una gran diferencia con lo que sucede en el Índico es el
escaso eco que tienen este tipo de incidentes en las autoridades
competentes y los medios de comunicación. La cifra de los ataques en
estas aguas es en realidad mucho mayor, ya que muchos de ellos ni se
denuncian ni se documentan. Expertos de empresas de seguridad que
trabajan en la zona calculan que el 60% de los asaltos no se declaran.
Algunos de ellos no se denuncian por ser buques que se dedican al
comercio ilegal, pero mucho otros no se reportan por motivos económicos
-el barco afectado puede quedar inmovilizado en puerto mientras se
investiga el ataque- o por desconfianza con las autoridades del país en
cuyas aguas se ha producido el ataque a causa de la corrupción y la
falta de eficacia de los servicios jurídicos. También existe el temor de
posibles represalias de las bandas de a zona a otros buques o intereses
del país o empresa afectada.
El Ministerio de Defensa español ya ha declarado
prioritaria esta zona para la seguridad nacional en una directiva
publicada el pasado verano. Para corroborar esta preocupación, a
principios de este año, el Buque de Acción Marítima (BAM) 'Relámpago'
patrulló por esas aguas tras hacerlo por las aguas somalíes. La
comunidad internacional sigue muy de cerca la evolución de los
acontecimientos con la inquietud de que crezca la inseguridad en esta
zona hasta el punto de que se haga necesario tomar medidas similares a
las del Índico.(FUENTE: EL CORREO).
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