- Comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente, caraterizado por lo menos por cinco (o más) de los siguientes síntomas:
- Preocupación por el juego (por ejemplo: preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero para poder jugar).
- Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
- Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
- Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
- El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (por ejemplo: sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión).
- Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de 'cazar' las propias pérdidas).
- Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego.
- Se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego.
- Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
- Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.
Por tanto, a mi juicio existe una relación directa entre la ludopatía y la criminología, en el sentido de que prácticamente todos los ludópatas verán alteradas sus relaciones familiares, creando el caldo de cultivo para situaciones de violencia de género y/o familiar, además de verse directamente tentados a delinquir para conseguir el dinero con el que satisfacer su adicción al juego.
Desde niños se fomenta la práctica de deporte por sus innumerables ventajas; salvo aquellas especialidades que conllevan un notable riesgo para la salud, la práctica deportiva es un vehículo para que los menores de edad vayan madurando como personas.
Me llama mucho la atención la publicidad que se realiza en los programas deportivos de las diferentes emisoras de radio, y más en concreto los dedicados a retransmitir partidos de fútbol ya que en ellos se incluyen constantemente y a cualquier hora de la tarde, anuncios de casas de apuestas ofreciendo información sobre cómo se paga cualquier hecho (qué equipo ganará, quién marcará los goles, cuántos goles conseguirá un jugador,... ad infinítum). No tienen en cuenta que una cuota de su audiencia está compuesta por menores de edad deseosos de escuchar noticias de su equipo de fútbol.
En este punto conviene recordar que en 2004 el Gobierno y las cadenas de televisión que operaban en España firmaron el "Acuerdo para el fomento de la autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia". Este documento trataba de acomodar los contenidos de los programas emitidos a su hora de emisión, tratando de respetar y proteger especialmente al público infantil; en él se establecieron los principios detallados a continuación, que si bien sólo afectan legalmente a los medios televisivos, la ética dice que también deberían ser respetados por los radiofónicos:
II. Menores y programación televisiva en horario protegido (06:00 a 22:00 horas)
1. Principios
- Garantizar el respeto a los derechos fundamentales de los menores que participen en la programación televisiva.
- Fomentar el control parental, de modo que se facilite a los padres o tutores una selección crítica de los programas que ven los niños.
- Colaborar en una correcta y adecuada alfabetización de los niños, evitando el lenguaje indecente o insultante, incluyendo, expresamente, los mensajes SMS que aparecen en pantalla.
- Evitar la incitación a los niños a la imitación de comportamientos perjudiciales o peligrosos para la salud, especialmente: la incitación al consumo de cualquier tipo de droga y el culto a la extrema delgadez.
- Evitar la utilización instrumental de los conflictos personales y familiares como espectáculo, creando desconcierto en los menores.
- Evitar los mensajes o escenas de explícito contenido violento o sexual que carezcan de contenido educativo o informativo en los programas propios de la audiencia infantil, así como en sus cortes publicitarios.
- Asignar profesionales cualificados a los programas destinados al público infantil.
- Sensibilizar con los problemas de la infancia a todos los profesionales relacionados con la preparación de la programación o de las emisiones, del modo que se considere oportuno por cada empresa televisiva.
- Fomentar que los presentadores o conductores de programas en directo adviertan las situaciones que puedan afectar a la protección de los menores de forma que se minimicen los eventuales perjuicios que puedan causarles.
- Evitar las demostraciones de ciencias ocultas o de culto a las sectas, sin finalidad educativa o pedagógica para alertar a los menores.
Peor aún es mi opinión sobre aquellos clubes de fútbol de reconocida fama internacional que lucen en sus camisetas publicidad de casas de apuestas, ya que fomentan un negocio sustentado en la ludopatía y ponen también a la zorra a cuidar a las gallinas, en un deporte donde los escándalos por amaño de partidos es un hecho demostrado judicialmente. ¿Se imagina usted a una organización pacifista haciendo publicidad de un fabricante de armas?.
En resumen, creo que si tanto los menores de edad como los jóvenes crecen pensando que las apuestas son "un juego", estamos ante unos ludópatas en ciernes con todo el drama individual, familiar y social que eso supone.
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