miércoles, 10 de octubre de 2012

Sólo 3 ertzainas reconocen haber disparado pelotas de goma la noche que murió Cabacas.

Solo tres ertzainas han admitido en sus declaraciones internas haber disparado pelotas de goma durante la noche del pasado 5 de abril, en la que resultó herido de muerte Íñigo Cabacas. El resto de los agentes desplegados en el callejón de María Díaz de Haro manifestaron en su primera declaración que no apretaron el gatillo durante una noche en la que, sin embargo, se sabe que se utilizaron alrededor de una «decena de escopetas», según ha podido saber este periódico de fuentes policiales. Portavoces del Departamento vasco de Interior rehusaron hacer declaraciones sobre este asunto e insistieron en que de momento ningún agente ha prestado declaración en la instrucción judicial, que sigue bajo secreto de sumario.
Los cerca de 50 ertzainas que participaron en el operativo policial empezarán a declarar en las próximas semanas en el Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, que dirige la magistrada Ana Torres. La tensión generada por el 'caso Cabacas' ha abierto una «grieta» entre los agentes desplegados tras el partido Athletic-Schalke 04. Los tres policías que han admitido haber disparado pelotas de goma contarán con un abogado externo que será «sufragado por el Departamento vasco de Interior», mientras el resto tiene asignado los servicios de la asesoría jurídica de la consejería, según explican los mismos medios.
Los tres agentes de Seguridad Ciudadana que han reconocido la utilización de las pelotas de goma se parapetaron «en primera línea» detrás de unos coches porque al llegar a la calle María Díaz de Haro -donde se reclamó su presencia porque había una persona herida en el suelo tras una pelea- fueron recibidos con lanzamientos de objetos por parte de un grupo de personas concentradas en el callejón, cerca de una Herriko Taberna. Después, ante la necesidad de despejar la zona para dejar paso libre a los servicios médicos, llegó la carga con pelotas de goma en la que Íñigo Cabacas, de 28 años, cayó al suelo gravemente herido y acabó falleciendo cuatro días después en el Hospital de Basurto.
La razón de que los agentes cuenten con abogados distintos se debe a que, en este momento de la instrucción, se ha producido un «intereses distintos» entre los uniformados que han admitido haber disparado y el resto. Esta circunstancia, según explican fuentes jurídicas, obliga a desarrollar «líneas de defensa distintas» durante el proceso judicial.
¿Pero qué ocurre con el resto de escopetas que se utilizaron aquella noche y que nadie reconoce haber empleado? Según fuentes policiales, en sus declaraciones ante la comisaría central, algunos agentes negaron haber disparado por la presión generada en el colectivo por el 'caso Cabacas' y el temor de que se esté buscando un «chivo expiatorio sin reparar en otras responsabilidades». Según esta versión, para entender lo ocurrido también se deben tener en cuenta otros factores: como el «descontrol» que existía «desde hace años» en torno al uso del material antidisturbios y el hecho de que no se recurriese para despejar el callejón a las unidades especiales -Brigada Móvil y Brigada de Refuerzo-, más preparadas para actuar en este tipo de escenarios sin necesidad de lanzar pelotas de goma, que tienen una «trayectoria impredecible».
«Mínima puntería»
Algunas de estas circunstancias están siendo corregidas por el Departamento de Interior a través diversas instrucciones -las unidades de Seguridad Ciudadana dejarán de usar pelotas de goma en 2013 y se está probando nuevos materiales-. Un veterano agente, con una amplia experiencia en altercados «similares y peores» al que se vivió el pasado 5 de abril, reconoce que los miembros de la Policía vasca jamás pensaron que «podía pasar algo así». «Igual, después de tantos años habíamos perdido el respeto a las pelotas de goma», explica.
En cualquier caso, en este momento procesal, la jueza instructora pretende esclarecer en la medida de lo posible lo ocurrido para determinar el grado de responsabilidad de quienes participaron en el operativo de cara a un futuro juicio. Los agentes han defendido en todo momento que ni siquiera el autor del disparo que impactó en la cabeza de Cabacas puede saber que la pelota salió de su escopeta. De hecho, en las pruebas realizadas por el Departamento de Interior para tratar de determinar la precisión de estas armas se ha comprobado que, en este aspecto, su fiabilidad «es mínima».
Según las fuentes consultadas, este pueda ser uno de los principales argumentos que manejarán los ertzainas durante sus declaraciones judiciales. Lo que es una incógnita es la reacción de los policías que han reconocido haber utilizado las escopetas respecto a sus compañeros. (FUENTE: EL CORREO).

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