Solo tres ertzainas han admitido en sus declaraciones
internas haber disparado pelotas de goma durante la noche del pasado 5
de abril, en la que resultó herido de muerte Íñigo Cabacas. El resto de
los agentes desplegados en el callejón de María Díaz de Haro
manifestaron en su primera declaración que no apretaron el gatillo
durante una noche en la que, sin embargo, se sabe que se utilizaron
alrededor de una «decena de escopetas», según ha podido saber este
periódico de fuentes policiales. Portavoces del Departamento vasco de
Interior rehusaron hacer declaraciones sobre este asunto e insistieron
en que de momento ningún agente ha prestado declaración en la
instrucción judicial, que sigue bajo secreto de sumario.
Los cerca de 50 ertzainas que participaron en el
operativo policial empezarán a declarar en las próximas semanas en el
Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, que dirige la magistrada Ana
Torres. La tensión generada por el 'caso Cabacas' ha abierto una
«grieta» entre los agentes desplegados tras el partido Athletic-Schalke
04. Los tres policías que han admitido haber disparado pelotas de goma
contarán con un abogado externo que será «sufragado por el Departamento
vasco de Interior», mientras el resto tiene asignado los servicios de la
asesoría jurídica de la consejería, según explican los mismos medios.
Los tres agentes de Seguridad Ciudadana que han
reconocido la utilización de las pelotas de goma se parapetaron «en
primera línea» detrás de unos coches porque al llegar a la calle María
Díaz de Haro -donde se reclamó su presencia porque había una persona
herida en el suelo tras una pelea- fueron recibidos con lanzamientos de
objetos por parte de un grupo de personas concentradas en el callejón,
cerca de una Herriko Taberna. Después, ante la necesidad de despejar la
zona para dejar paso libre a los servicios médicos, llegó la carga con
pelotas de goma en la que Íñigo Cabacas, de 28 años, cayó al suelo
gravemente herido y acabó falleciendo cuatro días después en el Hospital
de Basurto.
La razón de que los agentes cuenten con abogados
distintos se debe a que, en este momento de la instrucción, se ha
producido un «intereses distintos» entre los uniformados que han
admitido haber disparado y el resto. Esta circunstancia, según explican
fuentes jurídicas, obliga a desarrollar «líneas de defensa distintas»
durante el proceso judicial.
¿Pero qué ocurre con el resto de escopetas que se
utilizaron aquella noche y que nadie reconoce haber empleado? Según
fuentes policiales, en sus declaraciones ante la comisaría central,
algunos agentes negaron haber disparado por la presión generada en el
colectivo por el 'caso Cabacas' y el temor de que se esté buscando un
«chivo expiatorio sin reparar en otras responsabilidades». Según esta
versión, para entender lo ocurrido también se deben tener en cuenta
otros factores: como el «descontrol» que existía «desde hace años» en
torno al uso del material antidisturbios y el hecho de que no se
recurriese para despejar el callejón a las unidades especiales -Brigada
Móvil y Brigada de Refuerzo-, más preparadas para actuar en este tipo de
escenarios sin necesidad de lanzar pelotas de goma, que tienen una
«trayectoria impredecible».
«Mínima puntería»
Algunas de estas circunstancias están siendo corregidas
por el Departamento de Interior a través diversas instrucciones -las
unidades de Seguridad Ciudadana dejarán de usar pelotas de goma en 2013 y
se está probando nuevos materiales-. Un veterano agente, con una amplia
experiencia en altercados «similares y peores» al que se vivió el
pasado 5 de abril, reconoce que los miembros de la Policía vasca jamás
pensaron que «podía pasar algo así». «Igual, después de tantos años
habíamos perdido el respeto a las pelotas de goma», explica.
En cualquier caso, en este momento procesal, la jueza
instructora pretende esclarecer en la medida de lo posible lo ocurrido
para determinar el grado de responsabilidad de quienes participaron en
el operativo de cara a un futuro juicio. Los agentes han defendido en
todo momento que ni siquiera el autor del disparo que impactó en la
cabeza de Cabacas puede saber que la pelota salió de su escopeta. De
hecho, en las pruebas realizadas por el Departamento de Interior para
tratar de determinar la precisión de estas armas se ha comprobado que,
en este aspecto, su fiabilidad «es mínima».
Según las fuentes consultadas, este pueda ser uno de los
principales argumentos que manejarán los ertzainas durante sus
declaraciones judiciales. Lo que es una incógnita es la reacción de los
policías que han reconocido haber utilizado las escopetas respecto a sus
compañeros. (FUENTE: EL CORREO).
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