El decomiso se dio luego de que, con la
información exacta, los investigadores de la Policía llegaron hasta el
aeropuerto para revisar una encomienda de zapatos que ya estaba lista
para ser embarcada en un vuelo comercial.
Lo primero que generó sospechas entre los investigadores fue que las
suelas de los zapatos no estaban bien pegadas y que además estaban muy
pesados para su tamaño.
El otro detalle, y tal vez el más llamativo, era que todos los
zapatos que iban en las cajas eran izquierdos, es decir no tenían par,
por lo que la Policía ordenó que un perro del Grupo Antinarcóticos
olfateara las cajas donde iba el calzado, dando la señal que indica que
detectó alcaloides.
Al despegar las suelas de los zapatos, los investigadores hallaron
bolsas que contenían una sustancia sintética cubierta por un líquido
parecido al pegante.
Dicha sustancia fue trasladada al Laboratorio de Criminalística,
donde tras ser sometida a la Prueba Preliminar Homologada, arrojó
positivo para cocaína.
“Cuando el guía canino alertó sobre el cargamento, se procedió a
localizar a la persona que entregó estos artículos en la agencia de
encomiendas, para que autorizara la revisión de las cajas. Al
inspeccionar un par de zapatos los investigadores observaron varias
inconsistencias en la elaboración del mismo, logrando despegar la suela
del zapato donde se encontró que estaba relleno de una sustancia
sintética cubierta por un liquido parecido al pegante, con olor
característico al alcaloide”, aseguró el coronel William Boyacá,
subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Por ahora las autoridades investigan la procedencia de la droga, y sus propietarios, quienes serían narcotraficantes que tienen su centro operaciones en Norte de Santander. (FUENTE: VANGUARDIA.COM, COLOMBIA).
Por ahora las autoridades investigan la procedencia de la droga, y sus propietarios, quienes serían narcotraficantes que tienen su centro operaciones en Norte de Santander. (FUENTE: VANGUARDIA.COM, COLOMBIA).
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