jueves, 7 de noviembre de 2013

Informe forense detalla que Arafat fue envenenado con polonio radiactivo.

Al-Jazeera, la potente cadena qatarí de TV, está difundiendo a todo trapo el informe suizo sobre la extraña muerte de Yaser Arafat hace nueve años aparentemente por dosis inexplicadamente altísimas de polonio radiactivo encontrado en su cadáver y sus enseres.

La “exclusiva”, como la describe la emisora, se la ha ganado a pulso: ha financiado la costosa investigación clínica y científica que acreditadas instancias de Lausanne, en Suiza, abrieron en enero de 2012 formalmente a petición de la viuda del jefe palestino, Suha Arafat. Ella ha declarado inmediatamente que “estamos empezando a denunciar un crimen, un asesinato político a partir de pruebas concluyentes de las que ahora disponemos”. Es de advertir en seguida que el informe -nada menos que 108 páginas disponibles en la web de la emisora para lectores infatigables- era esperado con gran expectación aunque hay otros dos comprometidos.

Moscú, París y los demás…
 
El ruso, y esto es digno de subrayar, fue distribuido hace solo tres días y pasó poco menos que inadvertido, pero indicaba que no veía concluyente ni mucho menos que el polonio radiactivo fuera la causa de la muerte… conclusión que fue en seguida matizada, por no decir desautorizada y a su vez olvidada, por quien corresponde: el gobierno.

Una encuesta francesa, muy prometedora a su vez, aceptada por el poder judicial en París a petición de Suha, está por llegar aún y si, como se supone generalmente, tampoco avala la tesis del asesinato (que dejaría en mal lugar al gobierno galo, sus servicios secretos y el hospital militar cerca de París donde murió Arafat) todo terminará pronto y sin consecuencias judiciales.

El informe forense suizo no dice, naturalmente, que el polonio haya sido deliberadamente administrado, y se limita a afirmar, aparentemente con gran solvencia y todo detalle, que ha hallado trazas de polonio letal en los restos de Yaser Arafat, exhumados con todo cuidado y solemnidad en Ramallah, donde está enterrado en una tumba delante de su antiguo cuartel general.

Consecuencias políticas 
 
Lo sucedido difícilmente tendrá la capacidad óptima que la resistencia palestina podría esperar y sugiere indirectamente: que Israel asesinó a Arafat. Una ominosa posibilidad que algunos observadores calurosos quieren relacionar ambientalmente con las amenazas contra la integridad física del líder palestino que, esas sí, conocidas emitió el recordado primer ministro israelí, Ariel Sharon, no muy sutil en asuntos diplomáticos y adicto a la “línea dura”.

Lo de Al-Jazeera es notable porque aparentemente corrió el riesgo de que el acreditado equipo que ahora escribe lo que escribe descartara el polonio… lo que ha hecho pensar a algunos medios que su gente en Suiza hizo previamente gestiones oficiosas en círculos científicos para evaluar qué posibilidades había de sugerir un delito, un magnicidio de hecho.

En este orden, entre clínico y político, solo si el informe francés da alas a la tesis conspirativa y criminal habría consecuencias políticas relevantes. Una podría ser que el gobierno de Palestina (ahora miembro observador de la ONU y, muy pronto, de pleno derecho) podría llevar el caso al Tribunal Penal Internacional de La Haya para intentar responsabilizar a Israel… 

Pero todo eso está por ver: el cadáver de Yaser Arafat aún tiene mucho recorrido por delante, como tuvo su titular en vida.(FUENTE: EL CORREO).

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