Al corto plazo te dices a ti mismo que es algo bueno, que estás ocupado y que sólo esta vez el asunto no admite demora; que aunque no haga mucha gracia hay que aceptar el sacrificio de cambiar horas de descanso por horas laborables. Pero a largo plazo la falta de sueño es una asesina implacable de tu carrera. He aquí cómo lo hace en 6 pasos:
1. Pierdes el enfoque y la concentración.
Es el primer y más notable paso. Cuando no duermes lo suficiente por la noche tu capacidad de atención y concentración cae a plomo. Incluso tomando cafeína, que puede ayudarte a sentirte más alerta, tendrás momentos donde te resulte más difícil realizar incluso las tareas básicas. Si estos espacios de tiempo se prolongan, la totalidad de tu productividad podría irse al traste lo que te obligaría a trabajar más horas y prolongar el ciclo. Conseguir una o dos horas de sueño adicional puede mejorar tu
productividad de tal manera que no debes poner excusas sobre la cantidad de trabajo que te espera por la mañana en tu puesto laboral.
2. Tu memoria comienza a sufrir.
Tu
memoria a corto plazo es la siguiente función cognitiva que va a experimentar pérdida y esto después de sólo una noche de poco sueño. Tener una memoria a corto plazo reducida hace que seas ineficaz en las tareas diarias ya que puedes encontrarte en situaciones en las que has de repasar la misma información varias veces,
comprobando y volviendo a comprobar tu trabajo porque no puedes
recordar lo que viste antes. Otros síntomas son el no recordar los nombres de las personas
que conoces o no retener la información de reuniones de empresa. En cualquier caso, tu memoria cansada comenzará a afectar a tu carrera si continúas privándote de sueño.
3. Confías en estimulantes y/o relajantes.
Hay
una gran variedad de sustancias que pueden aliviar los efectos perniciosos de la
privación del sueño a corto plazo, pero en última instancia sólo van a empeorar el problema. Por
ejemplo, el consumo de cafeína puede ayudar a mantenerse más centrado
en el trabajo, aunque a medida que generalizas su empleo vas a desarrollar tolerancia e incluso podrías llegar a ser
dependiente de ella. Del mismo modo los relajantes permiten conciliar el
sueño y dormir más profundamente, mas su uso regular puede llevar
la dependencia con lo que finalmente, los hábitos de sueño resultan aún peores.
4. Eres más propenso al estrés.
Cuando tu cuerpo se ve privado de sueño se hace más vulnerable al estrés. Un
evento ligeramente irritante como quedar atrapado en el tráfico, puede
escalar para convertirse exasperante, y un pequeño contratiempo puede
hacer que usted se derrumba por la pena. Porque
usted es más sensible a los dos eventos mayores y menores, el estrés de
su trabajo comenzará a pasar factura a usted y, finalmente, usted no
será capaz de hacer frente. Dormir más puede ayudarle a tomar las cosas con calma y no se estresan por encima de obstáculos relativamente menores.
5. Comienzas a sentirte ansioso o deprimido.
La
ansiedad y la depresión son los dos principales efectos secundarios de
la privación crónica de sueño, y ambas pueden tener un efecto negativo
en tu carrera. Cuando
estés deprimido te sentirás desmotivado y apático, incapaz de ganar
cualquier reto en tu trabajo y a los ojos de los demás, podría
parecer incluso que no te preocupas por tu labor en la empresa. Sufriendo ansiedad te ves constantemente tensionado y en el
borde, sobre todo cuando debes enfrentarte a una situación estresante.
6. Tu salud física comienza a sufrir.
Finalmente y como resultado de la falta de sueño, tu salud física podría comenzar a deteriorarse. Vas
a variar notablemente de peso, te sentirás dolorido y tendrás frecuentes dolores de
cabeza; serás más susceptible a las enfermedades contagiosas pues tu sistema inmunológico funcionará de manera
ineficiente. Con
el tiempo, los hábitos de sueño insuficientes podrían llevarte a
enfermedades del corazón, insuficiencia cardíaca, presión arterial alta,
diabetes, o incluso un accidente cerebrovascular. Ninguno de estos síntomas van a ayudarte en tu carrera y algunos de ellos incluso puede poner en peligro tu vida. Reconsidera tus prioridades porque si continúas con tus malos hábitos de sueño, puedes terminar matando más que tu carrera.
Afortunadamente la privación del sueño es un ciclo del que se puede salir. Primero hay que autocomprometerse a ello; con demasiada frecuencia la falta de sueño es simplemente el resultado de una elección personal. No tienes que trabajar hasta tarde todas las noches. Haz
un compromiso para conseguir por lo menos siete horas de sueño cada
noche, aunque de ocho a nueve sería mejor; no
bebas cafeína antes de acostarte; no te quedes viendo la televisión o
usando dispositivos digitales; trata de ir a la cama y levantarte a la
misma hora todos los días (incluso los fines de semana), y utiliza la
meditación o la música relajante para ayudarte a dormir. Con
el tiempo repararás los ciclos de sueño y corregirás los
problemas derivados de su privación. (FUENTE: FORBES.COM)