Quizá sea la buena mesa o una mejor genética... Sea cual
sea la causa, ahí están los datos: las vascas son las más longevas de
todo Europa. Según el Eustat (Instituto Vasco de Estadística), la esperanza de vida de las mujeres de
Euskadi es ya de 85,7 años, dos más que hace una década, lo que
constituye un «importante incremento» en un indicador muy relevante a
efectos demográficos. Los hombres vascos también han ganado un
considerable tiempo de prórroga desde 2000: ahora viven casi tres años
más que entonces, hasta los 79 años, pero aún son superados en
longevidad por suecos y malteses.
Los datos hechos públicos por el instituto vasco de
estadística ratifican una vez más a España a la cabeza de Europa en
expectativas de vida. Pero en el caso de las mujeres, las vascas superan
incluso la media nacional (85,7 años frente a 85,3) mientras que la
longevidad es similar (79 frente a 79,1 para el conjunto de España). A
las vascas -y, en general, a las españolas- les siguen en años de vida
las mujeres de Francia (85,3 años), las de Malta y Suecia (83,6) y las
oriundas de Austria, Finlandia y Luxemburgo (83,5 años). En el polo
opuesto, las europeas que mueren antes son las búlgaras (a los 77,4 años
de media), rumanas (77,6), letonas (78,4) y húngaras (78,6).
Según la médico geriatra Naiara Fernández, la clave de la
elevada esperanza de vida de las mujeres vascas radica en el mayor
desarrollo, desde la atención primaria, «de las estrategias de
prevención en el tratamiento de la hipertensión o el colesterol alto,
para tratar de evitar las principales causas de la muerte, como infarto,
ictus o cáncer», en este caso, a través de «hábitos de vida más
saludables».
Respecto a la «llamativa» diferencia con los hombres, que
viven casi siete años menos que sus congéneres femeninas, la experta lo
tiene claro: al margen de factores genéticos, «las mujeres que hoy en
día llegan a los 80 ó 90 años han fumado y han bebido menos que los
hombres de su generación», apunta la especialista, responsable de la
unidad sociosanitaria en las residencias Orue y Bilbozar (Igurko).
¿Y esa longevidad es proporcional a una mayor calidad de
vida? «Lo que está claro es que cuantos más años vive una persona, los
últimos es cada vez más dependiente», razona la experta. Según sus
cálculos, las mujeres suman entre el 70% y el 80% de las personas
internas en los centros donde ella ejerce como geriatra. «Hay muy pocos
hombres en las residencias. La mujer vive más y por tanto tiene más años
de vida dependiente, que es lo que tratamos de evitar desde la
geriatría», apunta Naiara Fernández. En este sentido, llama la atención
sobre la paradoja de que Euskadi, «la comunidad autónoma donde se vive
más años, sea la única, junto con Andalucía, donde no existen geriatras
en la Sanidad pública».
Pocos octogenarios
En las estadísticas del Eustat destaca otro dato: en
ningún país europeo la esperanza de vida de los hombres llega a los
ochenta años. Los varones vascos los rozan, con 79 años, algo menos que
la media estatal (79,1). Mes arriba, mes abajo, su longevidad es similar
a los suecos (que con 79,6 años se sitúan a la cabeza de los 27 países
de la UE), malteses (79,2) y holandeses (78,9). Por contra, la esperanza
de vida más reducida corresponde a los varones de Lituania (68 años),
Letonia (68,6), Bulgaria (70,3) y Rumania (70,1).
De seguir la misma progresión, la esperanza de vida de
las vascas en 2050 será casi de 93 años y de 89 para ellos. Pero la
doctora Fernández augura que, en el caso de las mujeres, el indicador
«empezará a bajar» en los próximos años. «Las que tienen ahora entre 50 y
60 años fueron las pioneras en adquirir hábitos tóxicos hasta entonces
reservados a los hombres, como beber y fumar, y eso se notará en las
estadísticas». (FUENTE: EL CORREO).
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