A menudo vengo observando la confusión que existe para diferenciar lo que es un informe pericial grafológico de uno caligráfico, muy probablemente porque ambos se realizan sobre textos manuscritos. Escribo estas líneas en la confianza de que sirvan para aclarar ambos conceptos, y también para describir qué es la sociolingüística forense y cómo pueden ayudar a los profesionales relacionados con los tribunales.
Informe
Grafológico:
Aplicable
a textos manuscritos y firmas,
estudia
los grafos o signos utilizados al escribir para detectar las características psicológicas del individuo, por lo que
también se denomina informe
grafopsicológico.
Informe
Caligráfico:
Al
igual que el anterior es aplicable a textos manuscritos y firmas,
centrándose
en
el estudio e identificación de la escritura pero solo con el fin de
descubrir a su autor, sin entrar en los detalles psicológicos. Su
técnica está basada en la comparación del texto y/o firma
dubitados con otros indubitados.
Informe
Sociolingüístico:
La
sociolingüística es una rama de la lingüística que estudia el
lenguaje en relación con la sociedad, y su objetivo de análisis es
la influencia que tienen en una lengua los factores que caracterizan
a los interlocutores. Aunque
en el ámbito forense puede emplearse en textos manuscritos, es en aquellos realizados con ayuda de teclado donde tiene su mayor
aprovechamiento pues resulta imposible utilizar otros sistemas.
La
sociolingüística forense persigue dos objetivos:
Primero:
identificar
al autor de un texto escrito a través de teclado; esto es, con ayuda
de una máquina, ordenador o cualquier otro dispositivo electrónico.
La técnica empleada se basa en analizar las expresiones personales,
composiciones gramaticales, errores ortográficos, muletillas y otras
variables lingüísticas. Al igual que los caligráficos, los informes
sociolingüísticos se basan en la comparación de textos indubitados
con el dubitado si bien en esta última especialidad estamos
hablando de correos electrónicos, participaciones en foros; mensajes
en redes sociales tales como whatsApp, facebook, twitter, linkedin y
otras análogas; etc..
Segundo:
definir el perfil del autor en cuanto a su nivel cultural, rango de
edad, profesión, sexo y/u origen o lugar de residencia,
convirtiéndose en un filtro dentro de la investigación al orientar
y delimitar el número de sospechosos. Obviamente cuanto más extenso
sea el texto dubitado más cuantiosa será la información que se
pueda extraer del mismo.
Considerando
que hoy en día prácticamente toda la comunicación escrita se
realiza a través de medios electrónicos, las aplicaciones forenses
de la sociolingüistica son casi ilimitadas. Abarcar aquí
todas ellas resulta tarea imposible de ahí que la relación es
forzosamente incompleta; estoy seguro que gracias a sus propias
experiencias el lector encontrará alguna utilidad no contemplada:
BANDAS
ORGANIZADAS Y DELINCUENCIA ECONÓMICA:
Identificación
y establecimiento de perfiles de los autores de correos y mensajes
enviados entre miembros de bandas criminales organizadas o tramas de
corrupción.
Comprobación
de las cláusulas contenidas en los contratos públicos o privados,
para descubrir si son deliberadamente ambiguas desde el punto de
vista gramatical con el fin de dar cobijo a operaciones ilegales.
CIBERACOSO:
Identificación
y establecimiento de un perfil del autor de correos y mensajes
anónimos en los ámbitos escolar, laboral u otros.
EXTORSIONES
Y SECUESTROS:
Mensajes
anónimos amenazantes o conteniendo instrucciones de actuación.
Identificación
y establecimiento del perfil del autor.
Notas
de la víctima para determinar su autoría intelectual (si han sido
escritas al dictado o no).
PROPIEDAD
INDUSTRIAL E INTELECTUAL:
Revelación
de información privilegiada.
Morfología
de marcas comerciales que induzcan a la confusión.
Plagios.
PROTECCIÓN
AL CONSUMIDOR:
Contenido
de documentos comerciales, publicitarios y contractuales, para
comprobar si la información transmitida anuncia de forma clara y
comprensible para el consumidor las características del producto o
servicio del que se trate, los riesgos que conlleva la operación
comercial así como los derechos y obligaciones contraidos. Por
ejemplo, las relacionadas con el sector financiero (preferentes,
“deuda perpetua”, seguros e inversiones inmobiliarias, etc.), así
como la fabricación e importación de productos que supongan riesgo
para la salud tales como medicamentos, alimentos, juguetes, aparatos
electrónicos, etc.
SUPLANTACIÓN
DE IDENTIDAD VIRTUAL:
Identificar
la autoría de un texto anónimo.
Trazar
el perfil del autor respecto a su nivel cultural, rango de edad,
sexo, profesión, origen, etc.
VIOLENCIA
DE GÉNERO Y EN EL ÁMBITO FAMILIAR:
Identificar
la autoría de textos vejatorios o amenazantes.
Trazar
el perfil del autor respecto a su nivel cultural, rango de edad,
sexo, profesión, origen, etc.
EN
RESUMEN
Sobre
un texto manuscrito se pueden realizar un análisis grafológico (o
grafopsicológico según la nueva terminología) para conocer las
características psicológicas de su autor, un análisis caligráfico
para comprobar si ha existido falsificación de letra y/o firma, y un
análisis sociolingüístico para obtener información sobre el
perfil del autor a través de su discurso.
Sobre
un texto mecanografiado se puede realizar un análisis
sociolingüístico para conseguir información sobre el perfil del
autor y/o comprobar mediante comparación si ha existido suplantación
de autoría en el mismo.
Puede
ocurrir que en el mismo caso sean necesarios dos o más informes
periciales de los descritos, de tal manera que en el estudio de un
contrato se pueden dar uno caligráfico para analizar la firma y uno
sociolingüístico para determinar el autor del mismo o investigar la
ambigüedad de su clausulado. Otro ejemplo sería el del envase de
un producto en el que fuese necesario el informe caligráfico para
indagar sobre la tipología de letras y símbolos empleados, y otro
sociolingüístico para determinar si existe plagio en las marcas,
eslóganes u otros textos incluidos en las etiquetas.