Continúa en la Audiencia de Málaga el
juicio por el secuestro y asesinato del empresario Fernando Moreno. La
forense que levantó el cadáver ha declarado que estaba atado de pies,
manos y cuello con un sistema "muy complejo y elaborado" que hacía que
cualquier movimiento produjera una presión en el cuello y que le
obligaba a estar "erguido, rígido, sin moverse y sin toser".
Esta forense ha señalado que esta postura era "difícil" de
mantener durante mucho tiempo ya que una persona "no es una estatua". Su
testimonio se ha completado con el de los forenses que practicaron la
autopsia y que han señalado que la muerte llegó como consecuencia de una
presión cervical y una anoxia o asfixia.
Además de las cuerdas con las que estaba atado, destacaron la "cinta
ancha que le ocupaba toda la boca" y también que el empresario tenía una
"traumatismo nasal que le dificultaba la respiración".
También han declarado dos agentes que realizaron la inspección del lugar
y han aportado que la víctima estaba ligeramente inclinada hacia un
lado y la cuerda tenía un nudo fijo, no corredizo, a la altura de la
nuca. Añadieron que las ataduras tenían "cierto holgura" para no hacer
presión si la persona está consciente, pero que tras un desmayo "todo el
peso recae en el cuello".
El turno para declarar ha contado también con el hijo del empresario,
quien ha explicado las llamadas que recibió por parte de los
secuestradores, en las que primero pedían dos millones de euros y fueron
bajando hasta los 600.000 en la última. Todas las veces que habló con
ellos le dijeron que "no hiciera tonterías" y le negaron hablar con su
padre como pedía.
En su testimonio ha lamentado que a las 15:30 horas del día del
secuestro recibió una última llamada en la que le proporcionaron el
paradero de su padre, aunque sin la necesaria precisión con la que lo
habrían encontrado antes.
Sobre la localización del cuerpo, han declarado agentes de la Policía
Nacional y Local que intervinieron en la búsqueda. Han señalado que la
descripción del lugar no era muy clara y que la caseta donde estaba el
cadáver no era una zona de paso habitual.
Los policías nacionales han explicado que no avisaron a la Patrulla
Verde de la Policía Local hasta el segundo día, ya que esperaban
encontrarlo con mayor facilidad. Al día siguiente, con la nueva
colaboración, dividieron el terreno y sobre las 13:40 horas lo
encontraron.
Las declaraciones se están sucediendo de una forma rápida, ya que la
sala intenta evitar que se agoten los cuatro años máximos de prisión
preventiva que cumplen algunos de los acusados y obtengan la libertad.
El magistrado ha señalado que está dispuesto a habilitar sábados y
domingos para que el juicio oral concluya la próxima semana. (FUENTE: MARBELLA 24 HORAS).